La Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) publicó el Documento sobre la organización de los cuidados de COVID-19, donde se destaca el papel que han tenido la neumología y cirugía torácica en la organización asistencial y de los cuidados frente a la Covid-19 y, en particular, en la puesta en marcha de las Unidades de Cuidados Respiratorios Intermedios (UCRIS) en toda la geografía española.
Según destaca el documento, durante la pandemia, las UCIS tuvieron que aumentar su número de camas en hasta un 300% de su capacidad, pero las UCRIS de algunos centros han multiplicado por 4 su capacidad en camas y, en los dos meses de mayor demanda asistencial, han llegado a manejar el doble de pacientes que las UCIS.
El documento ha sido elaborado por representantes de la neumología y cirugía torácica españolas; ha contado con dos coordinadores, el Dr. Carlos A. Jiménez, actual presidente de SEPAR, y el Dr. Germán Peces Barba, vicepresidente neumólogo de SEPAR. Así, describe la reestructuración que los servicios de Neumología y Cirugía Torácica han realizado en cada una de las áreas de actividad de ambas especialidades.
El objetivo es servir de orientación para todos los servicios de neumología y cirugía torácica de los hospitales españoles que han tenido un papel muy relevante frente a la pandemia de COVID-19.
En los servicios de neumología no solo hubo una reorganización interna, sino que también dieron soporte al resto del hospital, aplicando soporte respiratorio no invasivo (SRNI) tanto a pacientes con techo terapéutico como a pacientes sin techo terapéutico. Las plantas de hospitalización se han adaptado, de modo que muchas de las camas se dotaron de monitorización cardiorrespiratoria.
“Muchos hospitales reconvirtieron una parte de las salas de hospitalización o las áreas idóneas de cada centro hospitalario, por su amplitud y disponibilidad de monitores y oxígeno, como las de ictus y de Cirugía Mayor Ambulatoria, en Unidades de Cuidados Respiratorios Intermedios (UCRIS). Esta nueva unidad asistencial se ha convertido en una pieza clave tanto de la hospitalización como de la desescalada”, afirma el Dr. David de la Rosa, coordinador del área de infecciones respiratorias de SEPAR.
Una UCRI se define como un área de monitorización y asistencia a pacientes con insuficiencia respiratoria aguda (IRA) que precisan soporte respiratorio no invasivo (SRNI), con ventilación mecánica no invasiva (VMNI), presión positiva continua de las vías aéreas (CPAP) y oxigenoterapia de alto flujo (OAF) como parte del tratamiento y que prestan soporte a pacientes no candidatos a ingresar en UCI o que aún no lo son, pero que, por su gravedad, tampoco podrían recibir cuidados adecuados en una unidad de hospitalización convencional.
Dentro de las propias UCRI ha sido preciso adaptar ciertos procedimientos y aspectos, algunos de ellos heredados de la UCI, como la pronación del paciente. En el caso de la COVID-19, los pacientes tienen una rápida evolución clínica a peor en pocas horas, por lo que, en la monitorización, es precisa la guardia presencial y las manos expertas, ya que en ocasiones el paciente requiere una escalada de tratamiento.
En cuanto a la formación de los profesionales, en estas unidades los neumólogos han formado en las técnicas particulares de ventilación que han requerido los pacientes en las UCRIS a todo el personal sanitario en tiempo récord.
“El despliegue de las UCRI, que han multiplicado por 4 sus camas y se han dotado de los recursos necesarios, se ha asociado al factor humano. Desde
SEPAR y la comisión nacional de la especialidad se ha prestado siempre atención a la formación de los residentes y a la formación continuada de neumólogos, otros especialistas, fisioterapeutas y personal de enfermería en esta área de capacitación. Gracias a todo ello, hemos tenido capacidad para absorber el impacto, que ha llegado a convertir la planta de
neumología en una UCRI”, según la Dra. Olga Mediano, coordinadora del Área de Cuidados Respiratorios de SEPAR.