Las plagas de chinches de la cama parecen un recuerdo del pasado. Sin embargo, últimamente cada vez más se informa de su presencia, como en el madrileño barrio de Lavapiés o en el Hospital del Niño Jesús. De hecho, esta plaga ha llegado a tal punto que se ha convertido en problema sanitario y social en Europa y Estados Unidos o en otros países desarrollados como Australia, asegura la Asociación Nacional de Empresas de Control de Plagas (ANECPLA).
Los primeros indicios de presencia de chinches de la cama en España se detectaron ya hace una década, especialmente en viviendas, hoteles, hostales y pensiones, albergues, hostelería, residencias de ancianos, transportes públicos, colegios, guarderías, universidades o centros de ocio (cines/boleras).
Esta plaga, que estaba erradicada desde hace medio siglo, se introdujo hace algunos años de nuevo en España aprovechando el tránsito de personas y la globalización de enseres. Este insecto se introduce en los hoteles a través de maletas y ropa y viaja con los turistas en sus traslados.
Sus "escondites" favoritos son los colchones, maletas, camas, almohadas y ropa de cama, mesillas de noche, molduras, cabeceros, muebles, somieres, armarios, sofás y sillas, e incluso podemos encontrarlos en el cableado eléctrico, rodapiés, armarios, tapajuntas o puertas.
CHINCHES Y FALTA DE HIGIENE
Los expertos puntualizan que "la infestación de chinches de la cama no tiene relación alguna con la higiene y pueden encontrarse en las viviendas más limpias o en los hoteles más lujosos".
Están presentes en la mayoría de las comunidades autónomas, aunque tienen una especial incidencia en las regiones turísticas, dado que se asocian al incremento del turismo y al tráfico internacional de mercancías. Los hoteles y hospitales, donde existe una alta rotación de pacientes y turistas son, junto a las viviendas -especialmente las viviendas alquiladas- los espacios más afectados, aunque pueden infestar cualquier lugar: oficinas, almacenes, gimnasios, etc.
"Debido a la dificultad de detección, erradicación y al resurgimiento de esta plaga es imprescindible que la sociedad tenga información suficiente para detectarla y prevenirla", afirma la directora general de ANECPLA, Milagros Fernández de Lezeta.
"En España, a diferencia de otros países, no son vectores transmisores de enfermedades --tranquiliza esta experta--, pero sí causan muchas molestias por las picaduras y reacciones alérgicas, ya que se alimentan exclusivamente de sangre humana. Todavía cuando despertamos con una picadura pensamos que nos ha picado un mosquito o una araña, pero nunca una chinche, y en muchas ocasiones podemos confundirnos", añade la directora general.
La chinche es un insecto de hábitos nocturnos difícil de detectar y puede infestar cualquier lugar. Cuando llegan a anidar su erradicación es muy complicada y normalmente requiere de la intervención de empresas expertas.
¿CÓMO SABER SI TENEMOS CHINCHES?
Los expertos de ANECPLA nos orientan somo cómo saber detectar si estamos ante una infestación de chinches:
1.- Comprobar si hay pequeñas manchas y restos de sangre en las sábanas. Si esto ocurre, hay que inspeccionar el colchón, el cabecero, el somier y la ropa de cama, aunque pueden estar escondidas en cualquier lugar, cuadros, cortinas, armarios, rodapiés o tapajuntas. Lo más habitual es que se localicen en zonas cercanas a las camas porque se alimentan exclusivamente de sangre.
2.- Si despertamos con pequeñas marcas rojas con un mínimo espacio entre unas y otras, generalmente, en cuello y brazos podemos estar ante una picadura de chinche. Debemos evitar rascarnos pues las picaduras podrían llegar a infectarse.
3.- Las chinches se reconocen gracias a su color marrón rojizo, su forma ovalada y sus seis patas. Tienen el tamaño de una pepita de una manzana y durante el día se esconden en grietas y hendiduras, detrás del empapelado suelto y en las camas.
ELIMINAR CHINCHES
Para deshacerse de una plaga de chinches de la cama, los expertos advierten de que "se necesita mucho más que un insecticida o producto de uso doméstico para combatirlas. Para lograr un control exitoso de las chinches de cama se requiere de la participación de profesionales expertos, ya que el uso de productos por personal no cualificado no sólo puede entrañar un riesgo para la salud, sino que puede extender esta plaga".
Junto a los tratamientos químicos existen otros alternativos para combatirlas, como tratamientos térmicos por calor seco, calor húmedo o tratamiento térmico por frío, entre otros. También hay alternativas complementarias como la aspiración o trampas adhesivas, e incluso hay perros que están entrenados para detectarlas.
Antes de llevar a cabo el tratamiento, hay que lavar toda la ropa de cama, vestidos, etc. a altas temperaturas (al menos 60º), más aún si se acaba de volver de un viaje. En estos casos será aconsejable revisar el equipaje también y lavar bien la ropa, tanto sucia como limpia que llevemos en la maleta. Asimismo, y a modo de prevención, es aconsejable utilizar fundas de colchón que evitan que las chinches puedan instalarse en las camas.