Los seres humanos nacen con una parte del cerebro que está “precableada” para ser receptiva a ver palabras y letras, preparando el escenario al nacer para que las personas aprendan a leer.
Así lo establece un nuevo estudio que, al analizar los escáneres cerebrales de los recién nacidos, encontró que esta parte del cerebro, llamada “área visual de la forma de la palabra” (VWFA), está conectada a la red de lenguaje del cerebro.
El VWFA está especializado para lectura solo en personas alfabetizadas. Algunos investigadores habían planteado la hipótesis de que el VWFA previo a la lectura no es diferente de otras partes de la corteza visual que son sensibles a ver caras, escenas u otros objetos. Y solo se vuelve selectivo para las palabras y las letras a medida que los niños aprenden a leer o, al menos, mientras aprenden el idioma.
“Descubrimos que eso no es cierto. Incluso al nacer, el VWFA está más conectado funcionalmente a la red de lenguaje del cerebro que a otras áreas”, explica Saygin, uno de los miembros del equipo de investigación.
Los investigadores analizaron escáneres de resonancia magnética funcional de los cerebros de 40 recién nacidos, todos con menos de una semana de edad, que formaban parte del proyecto Developing Human Connectome. Los compararon con escaneos similares de 40 adultos que participaron en este proyecto Human Connectome por separado.
El VWFA está junto a otra parte de la corteza visual que procesa los rostros y, según Saygin, era “razonable creer” que no había ninguna diferencia en esas partes del cerebro en los recién nacidos. Como objetos visuales, las caras tienen algunas propiedades iguales que las palabras, como la necesidad de una alta resolución espacial para que los humanos las vean correctamente.
Pero los investigadores encontraron que, incluso en los recién nacidos, el VWFA era diferente de la parte de la corteza visual que reconoce rostros, principalmente debido a su conexión funcional con la parte del cerebro que procesa el lenguaje.