Altos niveles de colesterol "bueno" y bajos niveles de colesterol "malo" se correlacionan con tasas más bajas de deposición de placas amiloides en el cerebro que es un sello distintivo de la enfermedad de Alzheimer, en un patrón similar a la relación entre el colesterol bueno y malo con la patología cardiovascular, según una investigación de la Universidad de California (UC) en Davis, en Estados Unidos.
"Nuestro estudio muestra que niveles más altos de HDL (colesterol bueno) y menores niveles de LDL (colesterol malo) en sangre están asociados con menores niveles de depósitos de placa amiloide en el cerebro", señala el autor principal del estudio, Bruce Reed, también director asociado del Centro de Enfermedad de Alzheimer de UC Davis.
La relación entre los niveles elevados de colesterol y un mayor riesgo de la enfermedad de Alzheimer ha sido conocida durante algún tiempo, pero el estudio actual es el primero en relacionar específicamente el colesterol a los depósitos de amiloide en participantes humanos vivos de este trabajo publicado en la edición digital de "JAMA Neurology", según Reed.
"Los patrones no saludables de colesterol podrían estar causando directamente niveles elevados de amiloide que se sabe que contribuye a la enfermedad de Alzheimer de la misma manera que tales patrones promueven la enfermedad cardiaca", afirma.
Para el colesterol HDL, un nivel de 60 mg (de colesterol)/dl (de sangre) o más es lo mejor, mientras que para el colesterol LDL se recomienda un nivel de 70 mg/dl o menos para las personas en alto riesgo de enfermedades del corazón. Así como la gente puede influir en su salud cerebral mediante la limitación de la lesión cerebral vascular por el control de la presión arterial, ocurre lo mismo con los niveles de colesterol sérico, según el director del Centro de la Enfermedad de Alzheimer de la UC, Charles DeCarli.
El estudio se realizó en 74 individuos masculinos y femeninos de 70 años y mayores que fueron reclutados de clínicas de ictus de California, grupos de apoyo, instalaciones de alto nivel y el Centro de la Enfermedad de Alzheimer. Incluyeron tres individuos con demencia leve, 33 eran cognitivamente normales y 38 que tenían deterioro cognitivo leve.
Los niveles de amiloide de los participantes se obtuvieron usando un rastreador que se une a las placas amiloides y obtiene imágenes de sus cerebros mediante escáneres PET. Niveles más altos de LDL y niveles bajos de HDL se asociaron con un mayor amiloide cerebral, un primer paso para encontrar lazos entre el colesterol en la sangre y la deposición de amiloide en el cerebro.
"Este estudio proporciona una razón para continuar sin duda el tratamiento del colesterol en las personas en las que se está produciendo pérdida de memoria, independientemente de las preocupaciones sobre su salud cardiovascular", subraya Reed, también profesor en el Departamento de Neurología de UC Davis.
"También sugiere un método para reducir los niveles de amiloides en personas de mediana edad, cuando esa acumulación está empezando. Si la modificación de los niveles de colesterol en el cerebro temprano en la vida resulta que reduce los depósitos de amiloide tarde en la vida, podríamos potencialmente marcar una diferencia significativa en la reducción de la prevalencia de la enfermedad de Alzheimer", concluye.