El cierre de las heridas tiene como objetivo volver a colocar todos los tejidos afectados, de vuelta a su posición original, o en su defecto, al mejor lugar posible, de modo que se favorezca la cicatrización, previniendo y reduciendo el riesgo de infección de las heridas.
En este sentido, se pueden distinguir distintos tipos de suturas y estas, al mismo tiempo, pueden clasificarse de varias formas, ya sea atendiendo a su origen, su absorción o su composición.
En primer lugar, vamos a hablar de los tipos de sutura según su origen. En este sentido se pueden distinguir entre suturas de origen natural, sintéticas y metálicas. Las de origen natural son las siguientes:
- Catgut: un colágeno que procede de la mucosa intestinal de ovinos o bovinos. Actualmente, la legislación prohíbe su utilización en España y la Unión Europea por riesgo de transmisión de la encefalopatía espongiforme bovina.
- Seda: es una composición de fibras procedentes de los gusanos de la seda. Para su utilización como sutura es trenzada y teñida de color negro, además es recubierta con ceras o siliconas.
- Lino: es una composición de fibras del tallo de lino. Destaca por su gran resistencia a la tracción.
- Algodón: es una composición de fibras de celulosa. Principalmente se utiliza en la cirugía digestiva.
En el origen sintético, las suturas se dividen en absorbibles y no absorbibles. Actualmente, todas las suturas absorbibles son polímeros sintéticos y los más utilizados son la poliglactina, el ácido poliglicólico, la poliglecaprona, la polidioxanona, el poligliconato y el polihidroxibutirato. En cuanto a las no absorbibles, los que más se utilizan son la poliamida, el poliéster, el polipropilene y el polibutéster.
En cuanto a las metálicas, son de acero inoxidable y acero. Se trata de la única sutura metálica utilizada en la actualidad y se caracteriza porque apenas produce reacción tisular y es la más resistente a la tensión.
Los tipos de sutura según su absorción se pueden dividir en dos: absorbibles y no absorbibles. Las absorbibles son aquellas que son degradadas por el organismo y no requieren ser retiradas. Así, cada sutura tiene un tiempo de absorción distinto, dependiendo de su composición, estructura y recubrimiento.
Por el contrario, las no absorbibles son aquellas que, debido a su composición, no pueden ser degradadas por nuestro organismo y requieren que sean retiradas, de no serlo durante la cicatrización, el hilo será encapsulado, pudiendo causar reacciones.
Por último, tenemos los tipos de sutura según el número de hebras. De esta forma, se encuentran las suturas monofilamento y multifilamento. Las primeras de ellas son menos propensas a la contaminación bacteriana y, por lo tanto, son elegidas en presencia de tejidos contaminosos.
Además, entre sus ventajas se encuentra un menor coeficiente de fricción, menos impurezas, fácil anudado, menor reacción tisular y menor cicatriz. Por su parte, en los inconvenientes, está la dificultad de manejo, capacidad de cortante y poca resistencia a torsión y tensión.
En cuanto a los multifilamentos, sus ventajas son una mayor resistencia a la tensión, menor riesgo en caso de torsión, mayor flexibilidad y fácil manejo. Los inconvenientes son: mayor reacción tisular, cicatriz y coeficiente de fricción.