La Fundación Juegaterapia, que ayuda a los niños enfermos de cáncer, lleva diez años trabajando con su lema “la quimio jugando se pasa volando” durante los cuales ha instalado videoconsolas en las habitaciones de oncología pediátrica de hospitales de toda España y de otros países. Ahora un estudio científico pionero promovido por la fundación, que se ha llevado a cabo en el Hospital La Paz de Madrid, confirma que jugar con videojuegos durante el tratamiento de quimioterapia, hace que los niños sientan menos dolor y que se favorezca el proceso de curación.
Esta es la primera vez que se mide el efecto beneficioso de la utilización de los videojuegos en el manejo del dolor agudo. Ya estaba demostrada la mejoría en los pacientes pediátricos desde el punto de vista psicológico, ya que reduce la ansiedad que les produce la hospitalización, favoreciendo la relajación mental en dichas situaciones.
La investigación compara la influencia del empleo de videoconsolas en el dolor de los niños, las dosis de morfina requeridas y el nivel de activación del sistema simpático/parasimpático con dispositivos de monitorización de última generación (Analgesia-Nocicepción Index y Algiscan).
Dicho estudio queda reflejado en un emotivo documental “La quimio jugando se pasa volando” donde los protagonistas, niños con cáncer, sus familias, el equipo médico de La Paz, encabezado por el Dr. Franciso Reinoso-Barbero, jefe de la Unidad del Dolor del Hospital Infantil La Paz de Madrid y el Dr. Mario Alonso Puig, Patrono de Honor de la Fundación Juegaterapia, hablan de su experiencia personal y científica. Además, cuenta con la colaboración especial de Alejandro Sanz que pone su voz en la narración.
El documental, que se puede ver ya en Amazon Prime Video y en Filmin a partir del 25 de enero, cuenta con los testimonios reales de los niños Estephany, Dani, Mario, Carlos, Marcos, Aaron, David, Héctor, Alejandro y Manuel que, junto a sus familias, explican lo que supuso para ellos el cáncer y cómo los videojuegos les ayudaron a superarlo.
EL ESTUDIO EN DATOS
20% menos del consumo de morfina jugando con la videoconsola
El dolor que los niños sintieron durante la observación fue menor porque disminuyó un 20% el consumo diario de morfina; esto hace referencia al dolor basal y al estado de ánimo llegando a registrarse una disminución de hasta el 44% en los momentos de más intensidad, el dolor incidental. Todo ello medido mediante una Escala Visual Analógica.
Aumento de un 14% del tono parasimpático, que favorece la curación
La nocicepción (percepción consciente del dolor) aguda está asociada a cambios en la regulación del balance simpático-parasimpático. Ante una amenaza física, nuestro organismo activa el sistema simpático para ayudarnos a huir de esa agresión, pero al mismo tiempo actúa de forma negativa, ya que aumenta la tensión arterial y el ritmo cardíaco, entre otras consecuencias. La manera de contrarrestar esta situación es con la activación del sistema parasimpático, el cual favorece la recuperación fisiológica.
Un 14% menos de dolor
En la realización de este estudio, a los niños enfermos de cáncer que sufrían mucositis, una de las consecuencias post-quimioterapia más dolorosas que no les permite ni tragar saliva, se les ofreció jugar con videoconsolas mientras se les controlaba con dos dispositivos: por una parte, el monitor de Analgesia-Nocicepción Index (ANIR) que mide la frecuencia cardíaca y con el sistema de videopupilometría AlgiscanR. El resultado fue que no se registraron cambios en el tamaño de la pupila a pesar de una menor dosis de morfina, lo cual indica un aumento del 14% del tono parasimpático y un alivio del dolor en un 14%.