La supervivencia del cáncer aún varía ampliamente entre los países europeos a pesar de las importantes mejoras introducidas en el diagnóstico y el tratamiento de tumores durante la primera década del siglo XXI, según los últimos datos del Registro Europeo del Cáncer (EUROCARE).
Los resultados de EUROCARE-5, la quinta edición del informe de este organismo publicado en "The Lancet Oncology", analiza los datos de los registros de cáncer de la totalidad o parte de los 29 países para comparar la supervivencia a cinco años desde el diagnóstico de más de nueve millones de adultos y 60.415 niños diagnosticados entre 2000 y 2007.
"La buena noticia es que el número de adultos que sobreviven durante al menos cinco años después del diagnóstico ha aumentado de manera constante en el tiempo en todas las regiones europeas, lo que refleja los grandes avances en el tratamiento del cáncer, como mejor organización de los programas de cribado de cáncer y mejores tratamientos", destaca la colíder del estudio, Roberta de Angelis, del "Istituto Superiore di Sanità" de Roma.
Sin embargo, esta experta lamenta que siguen siendo grandes las disparidades entre los países y las diferencias de supervivencia internacionales se están reduciendo en sólo unos pocos tipos de cáncer, como el de mama, recto, próstata y melanoma de la piel.
En concreto, los países con menor supervivencia para la mayoría de los cánceres se encuentran en el este de Europa: Bulgaria, Estonia, Letonia, Lituania, Polonia y Eslovaquia, naciones en las que la supervivencia es inferior a la media europea, en particular para los cánceres con mejor pronóstico. Por ejemplo, en colon (49 por ciento frente a 57 por ciento), recto (45 versus 56 por ciento), linfoma no Hodgkin (50 en comparación con el 59 por ciento) y el melanoma de la piel (74 frente a 83 por ciento).
Pero la brecha en la supervivencia entre el este y el oeste se está cerrando, con una evidencia de que algunos países de Europa del Este con una supervivencia previamente pobre se están poniendo al día. Por ejemplo, mejoras en la supervivencia del cáncer de mama en el este de Europa entre 1999 y 2007 (70 a 75 por ciento) han reducido la brecha con los países con mejores resultados (el norte de Europa) en los mismos periodos de tiempo (82 a 85 por ciento) .
Los adultos en Reino Unido e Irlanda siguen teniendo una supervivencia más corta que la media europea para muchos tipos comunes de cáncer, en particular en colon (52 por ciento frente a 57 pro ciento), ovario (31 frente a 38 por ciento) y renal (48 frente a 61 por ciento), pero se acercan a las tasas medias de supervivencia de recto, mama, próstata, melanoma de la piel y linfomas.
ESPAÑA, ENTRE LAS MEJORES TASAS DE SUPERVIVENCIA
Los países nórdicos (con la excepción de Dinamarca), los países de Europa Central, como Austria, Bélgica, Francia, Alemania, Suiza y Países Bajos, y algunos países del sur de Europa, especialmente en Italia, Portugal y España, tienen la mejor supervivencia para la mayoría de los cánceres.
Algunos tipos de cáncer mostraron particularmente grandes incrementos en la supervivencia entre 1999 y 2007: próstata (de 73 por ciento a 82 por ciento), recto (de 52 a 58 por ciento) linfoma no Hodking (de 54 a 60 por ciento) , lo que refleja un mejor manejo del cáncer.
Según el doctor De Angelis, las razones más probables de la mejora de la supervivencia del linforma no Hodking y cáncer rectal son la existencia de medicamentos más eficaces y mejores técnicas quirúrgicas, además de un diagnóstico precoz. La detección de cánceres indolentes y el sobrediagnóstico por la creciente utilización del antígeno prostático específico (PSA) también explican el aumento dramático en el número de pacientes que sobreviven el cáncer de próstata.
En un segundo análisis de los niños de cero a 14 años, la supervivencia a los cinco años desde el diagnóstico para todos los tipos de cáncer combinados es en general buena, con un 79 por ciento de los pacientes diagnosticados que vive en la actualidad sobrevive (2005-2007), algo por encima del 76 por ciento en el periodo 1999-2001.
"Los aumentos más notables en la supervivencia del cáncer infantil han sido en Europa oriental, donde la supervivencia aumentó del 65 por ciento en 1999-2001 al 70 por ciento en 2005-2007" , explica la coinvestigadora Gemma Gatta, del Istituto Nazionale Tumori, en Milán, Italia . "Pero todavía encontramos grandes diferencias en la supervivencia dentro de las áreas de Europa, que van desde un mínimo del 70 por ciento en Europa oriental y el 80 por ciento o más en Europa del norte, centro y sur", alerta.
En el caso de los cánceres de la sangre (por ejemplo, leucemias ) y los linfoma no Hodking, que representan más de un tercio de los cánceres infantiles, el riesgo de muerte dentro de los cinco años tras el diagnóstico se ha reducido en un promedio de entre 4 y 6 por ciento cada año, pero estas mejoras nose han visto en todos los principales tipos de cáncer infantil. Por ejemplo, la supervivencia de los tumores del sistema nervioso central, el segundo tipo más común, sigue siendo pobre (58 por ciento), ni se observaron aumentos de supervivencia para otros cánceres de la infancia como el neuroblastoma, nefroblastoma, linfoma de Hodgkin y osteosarcoma, el tipo más común de cáncer de hueso, lamentó Gatta.
FALTA DE FINANCIACIÓN PÚBLICA
Los autores sugieren una serie de posibles razones de la considerable variación de las tasas de supervivencia entre países, destacando entre los principales factores que influyen en una peor supervivencia en el este de Europa la escasez de financiación pública para el control del cáncer, la falta de planes nacionales contra el cáncer y el inadecuado acceso a los programas de detección y protocolos de tratamiento hasta la fecha. El principal motivo de la supervivencia subóptima en Reino Unido y los pacientes adultos daneses parece ser el retraso en el diagnóstico.
"El desarrollo y la ampliación de los programas de hermanamiento y el emparejamiento de las instituciones médicas en los países de altos ingresos con los de los países de bajos y medianos ingresos podrían ayudar a reducir las diferencias de supervivencia en Europa para el cáncer infantil", aconsejan los investigadores.
Además, añaden que otros factores, como la biología del tumor, el estilo de vida, la presencia de otras enfermedades concomitantes y la intensidad de diagnóstico (aumento de la frecuencia de los tumores indolentes) puede directa o indirectamente, influir en la supervivencia. Por ello, entienden que es necesaria información clínica precisa para la evaluación rigurosa de la atención del cáncer.