La osteoporosis es una enfermedad esquelética progresiva caracterizada por una pérdida de densidad mineral ósea (DMO) que resulta en huesos frágiles y debilitados, que son más propensos a romperse que aquellos sin la afección.
La mayoría de las personas reciben el diagnóstico después de un impacto físico en el cuerpo o una caída que provoca fracturas, que se producen generalmente en las caderas, muñecas o vértebras.
En algunos casos, incluso los estornudos o la tos pueden provoca la fractura de las costillas o el colapso parcial de una vértebra.
En este sentido, se han asociado varios factores de riesgo con la aparición de la osteoporosis, incluidas las enfermedades inflamatorias del intestino, los trastornos alimentarios y los factores hormonales.
Las múltiples investigaciones han encontrado que las personas con enfermedades inflamatorias del intestino, incluida la enfermedad de Crohn, tienen más probabilidades de tener niveles más bajos de DMO.
De hecho, un equipo de investigadores del Hospital Universitario de Heidelberg, en Alemania, realizó un estudio longitudinal retrospectivo para investigar los factores asociados con la DMO en una muestra de pacientes con la enfermedad de Crohn.
Así, aquellos con esta enfermedad eran significativamente más propensos a tener una densidad mineral ósea más baja y, por lo tanto, un mayor riesgo de osteoporosis, si se habían sometido a resecciones intestinales, tenían un índice de masa corporal bajo y eran hombres. Sin embargo, los niveles más bajos de DMO se asociaron con ser mujer y tener antecedentes de uso de esteroides e inmunomoduladores.
Sobre la base de estos hallazgos, los autores argumentaron que los pacientes masculinos con enfermedad de Crohn, los pacientes con un IMC bajo y un historial de resecciones intestinales deben evaluarse en busca de una DMO baja. Si se hace de manera oportuna, puede permitir que estos pacientes aumenten su densidad mineral ósea mediante la terapia antiosteoporótica y prevenir la aparición de osteoporosis.
La osteoporosis es una complicación común y adversa de los trastornos alimentarios, caracterizada por una pérdida de peso dramática o un IMC bajo. Los hombres y mujeres jóvenes con anorexia nerviosa (AN) desarrollan rápidamente una disminución de la DMO, tras la aparición de la enfermedad psiquiátrica.
A diferencia de algunas de las otras complicaciones asociadas con la AN (que a menudo se pueden revertir después de la rehabilitación nutricional y la restauración del peso), los médicos encuentran que una DMO baja puede ser irreversible para estos pacientes, de hehco, pueden suponer un aumento del riesgo de fracturas de por vida.
La DMO baja en personas con anorexia es causada por una variedad de factores, que incluyen niveles bajos de estrógeno y testosterona, niveles reducidos de factores de crecimiento similar a la insulina y niveles elevados de cortisol.
FACTORES HORMONALES
Los factores hormonales están asociados con un mayor riesgo de desarrollar osteoporosis en las mujeres en comparación con los hombres. El estrógeno es vital para la salud de los huesos y puede influir en los niveles generales de densidad ósea. Después de pasar por la menopausia, los niveles de estrógeno disminuyen, lo que afecta directamente a la densidad mineral ósea.
Las mujeres corren un mayor riesgo en particular si han pasado por la menopausia antes de los 45 años, se han sometido a una histerectomía, que incluye la extirpación de los ovarios antes de los 45 años, o si no han tenido la menstruación durante más de seis meses debido a una dieta excesiva.
Por otro lado, se sabe menos sobre los factores que contribuyen a la osteoporosis en los hombres. Sin embargo, algunos sugieren un vínculo entre la hormona sexual masculina y la DMO. Además de que los hombres continúan produciendo testosterona a medida que envejecen, los niveles más bajos de la hormona masculina se han asociado con un mayor riesgo de osteoporosis.
Un nivel bajo de testosterona está relacionado con el abuso de alcohol y el consumo de medicamentos específicos, incluidos los esteroides.
CÓMO PREVENIR LA OSTEOPOROSIS
Hay varias recomendaciones para aquellos con mayor riesgo de desarrollar osteoporosis para mantener huesos sanos. El ejercicio regular es fundamental para mantener la salud cardiovascular y ósea.
Por eso, se recomienda que los adultos de hasta 64 años, realicen un mínimo de 2 horas y 30 minutos de ejercicio aeróbico de intensidad intermedia, como, por ejemplo, senderismo o ciclismo.
Además, las actividades que fortalecen los principales grupos musculares deben realizarse dos días a la semana, junto con el entrenamiento de resistencia y con pesas para aumentar la densidad ósea y reducir la probabilidad de desarrollar osteoporosis.
La dieta también juega un papel en la salud de los huesos y puede ayudar a aumentar la densidad en las personas con mayor riesgo de desarrollar afecciones óseas. La vitamina D y el calcio son igualmente esenciales para mantener los huesos fuertes, ya que la vitamina D ayuda al cuerpo a absorber el calcio.
Se recomienda a los adultos consumir 10 mg de vitamina D y 700 mg de calcio al día y, cuando sea posible, llevar una dieta sana y equilibrada, que incluya alimentos como yogur, yemas de huevo y salmón.