«La desnutrición es un factor clave para una peor evolución»

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Javier Escalada San Martín es director del Departamento de Endocrinología y Nutrición y tiene una dedicación preferencial al estudio y tratamiento de la Diabetes Mellitus y el estudio y tratamiento endocrinológico de tumores gastroenteropancreáticos. Actualmente, es presidente de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición. Asimismo, es licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad del País Vasco (1986) y Doctor en Medicina por la Universidad de Alcalá de Henares (1994). Especialista en Endocrinología, Metabolismo y Nutrición en el Hospital Ramón y Cajal de Madrid (1988-1991).

La Covid-19 ha provocado una crisis mundial, que está afectando a millones de personas en muchos ámbitos. En este sentido, hay quien dice que la alimentación es el mayor riesgo de coronavirus, ¿es así?

En este sentido, debemos ser cuidadosos. Hasta el momento, no hay ningún dato que relacione “alimentación” con coronavirus. La relación que se ha encontrado, con mucha evidencia científica, por cierto, es entre obesidad y mala evolución de la infección por COVID. Los pacientes con obesidad e infección por COVID tienen más riesgo de peor evolución.

¿Cuáles son las enfermedades o patologías que tienen un peor pronóstico de la infección por Covid-19?

En los estudios publicados hasta la fecha, los factores clínicos relacionados con la especialidad de Endocrinología y Nutrición y el tipo de paciente que habitualmente vemos en nuestras consultas, que han demostrado una relación con un peor pronóstico de la infección por COVID-19 son la edad (a más edad, peor), la obesidad, la hipertensión, la diabetes mal controlada (hiperglucemia incluso en pacientes sin diabetes conocida), el déficit de vitamina D y, por supuesto, la presencia de comorbilidades previas (respiratorias, cardiovasculares, neoplásicas, etc.). Por otra parte, durante el ingreso, la desnutrición es un factor clave para una peor evolución.

Las personas con diabetes u obesidad sufren el síndrome metabólico, ¿en qué consiste exactamente este síndrome?

El síndrome metabólico (SM) se define como el conjunto de alteraciones metabólicas y cardiovasculares que aparecen relacionadas con el estado de insulinorresistencia (IR). La IR puede estar condicionada genéticamente y aparece, fundamentalmente, en aquellas personas con condicionantes exógenos que la incrementan (obesidad abdominal, inactividad física, etc.); por ello el SM aparece años después que la IR y su prevalencia es proporcional a la edad de la población y a la prevalencia en esta población de los factores agravantes.

Entre las alteraciones metabólicas relacionadas con el SM destacan: 1) dislipemia (fundamentalmente hipertrigliceridemia, descenso del colesterol-HDL y presencia de LDL pequeñas y densas), con aumento plasmático de los ácidos grasos libres (AGL); 2) hiperglucemia o diabetes; 3) hipertensión arterial (HTA). Estas alteraciones junto a la obesidad abdominal son los parámetros que se han establecido para el diagnóstico de SM.

¿Se puede controlar el riesgo de padecer estas patologías? ¿Es tan difícil como la gente se cree?

Sí. Claro que se puede. La clave está en una adecuada educación poblacional que inculque la importancia de seguir un estilo de vida saludable. Estamos hablando de alimentación saludable y de evitar el sedentarismo. La mayoría de estas alteraciones metabólicas se evitarían con la instauración precoz, desde la infancia, de este tipo de medidas. En cuanto a la dificultad, depende de cómo se mire. Es más difícil cambiar hábitos cuando alguien lleva un determinado estilo de vida durante 30, 40 o 50 años que adquirir hábitos saludables desde los primeros años de vida. En este último caso, lo difícil es conseguir la concienciación de la población.

Volviendo a la crisis provocada por la Covid-19, ¿qué papel tienen los servicios de endocrinología en la lucha contra este virus?

Los servicios de Endocrinología y Nutrición son clave en la lucha contra el COVID-19. Si no, repasemos los factores relacionados con una peor evolución de la infección: obesidad, diabetes en mal control o hiperglucemia de nueva aparición, desnutrición durante el ingreso… Todas estas patologías son el pan nuestro de cada día, por lo que los servicios de Endocrinología y Nutrición deberían estar dentro de los equipos COVID. Concretamente, durante el ingreso, podemos ser muy útiles en el manejo de la hiperglucemia, generalmente de difícil control en estos pacientes, y de la desnutrición.

¿Qué se está haciendo desde la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición? ¿Se está trabajando conjuntamente con otras sociedades y asociaciones?

La Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), desde el principio, ha trabajado con sus distintos grupos de trabajo para establecer recomendaciones para médicos y pacientes respecto al manejo de las patologías metabólicas y endocrinológicas en pacientes con COVID-19, y se han elaborado materiales disponibles en nuestra página web. Y por supuesto, hemos estado en contacto con asociaciones de pacientes (FEDE, por ejemplo) y otras sociedades científicas (FACME, I congreso nacional COVID-19, etc.). Me gustaría destacar el desarrollo de telemedicina que nuestra sociedad ha hecho para atender a nuestros pacientes en esta difícil situación. Teniendo en cuenta las circunstancias que estamos viviendo, seguimos con todas estas colaboraciones abiertas y activas.

¿Cuáles son los principales retos a los que se enfrenta, actualmente, la sociedad?

La SEEN, como sociedad activa que es, tiene múltiples retos a la vista. Además de seguir trabajando en la infección por COVID-19 (recomendaciones, proyectos de investigación, mejoría de la telemedicina…), tenemos otros muchos aspectos relacionados con todo lo que es no COVID que, desgraciadamente, parece haber pasado a un segundo plano. Entre ellos, proyectos relacionados con relaciones con sociedades científicas latinoamericanas, proyectos docentes (relación con la universidad), proyectos de investigación y gestión de datos (big data, inteligencia artificial), etc.

Una de las líneas más importantes para usted es la investigación, ¿considera que es crucial para el desarrollo de la especialidad?

Sin investigación, no hay progreso. Con esto creo que queda clara mi idea sobre la importancia de la investigación en el desarrollo, en este caso, de la Endocrinología y Nutrición. Y me refiero a investigación básica, “la de laboratorio” para que la gente lo entienda, pero con una intención claramente traslacional, y la investigación clínica, fundamental para conocer lo mejor posible las patologías que cubrimos para, de esa forma, poder diseñar estrategias de mejora.

¿Cómo fomentará esta investigación en la SEEN?

La SEEN ya lleva un tiempo haciendo movimientos para mejorar la investigación. Concretamente, se acaba de gestionar nuestra incorporación a RedCap (software de captura de datos electrónicos y una metodología de flujo de trabajo para diseñar bases de datos de investigación de ensayos clínicos e investigación translacional) y queremos incorporarnos al análisis de Big Data y el uso de inteligencia artificial. Por otra parte, estamos rediseñando la estrategia de apoyo financiero para aquellos proyectos de calidad que lo precisen.