«No se trata solo de comer, sino que hay que hacerlo adecuadamente, de forma variada, equilibrada y lo más natural posible»

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Estrella Jiménez Bailac es Especialista en Medicina del Trabajo y Diplomada en Nutrición y Dietética por la Universidad de Navarra. Lleva dedicándose a la Nutrición desde hace casi 30 años, especialmente en el campo de la Obesidad, Síndrome Metabólico, Lipoinflamación, entre otros. Amplia formación en Salud Intestinal, Microbioma. En su práctica diaria, intenta aplicar el axioma: Existen enfermos no enfermedades, dicho de otro modo, intenta encontrar la causa y tratarla más que atacar el síntoma, lo que se traduce en mejorar la salud y la calidad de vida.

Cada vez es más común en nuestra sociedad la disbiosis intestinal, pero, ¿en qué consiste exactamente esta alteración?

Antes de hablar de la disbiosis intestinal, permítame que haga un apunte sobre qué es la Microbiota Intestinal. Con este término, nos estamos refiriendo a un ecosistema estable y en gran medida autocontrolado, formado por más de mil especies diferentes de bacterias. Cuando hablamos de disbiosis intestinal, nos referimos a un desequilibrio cualitativo y cuantitativo de este ecosistema intestinal, de su actividad metabólica y de su distribución a lo largo del intestino.

¿Cuántos tipos de disbiosis intestinal hay?

Podemos hablar de cuatro tipos de disbiosis:

  • Disbiosis  intestinal asociada a procesos de putrefacción, favorecida por el consumo de dietas ricas en grasas y proteínas y pobres en fibra, afectando sobre todo, al intestino grueso.
  • Disbiosis intestinal asociada a procesos de fermentación, favorecida por la dieta rica en hidratos de carbono. Este tipo de disbiosis afecta más al intestino delgado.
  • Disbiosis intestinal asociada a déficits de flora intestinal, por consumo deficiente de fibra soluble y/o por el uso de antibióticos que si bien eliminan la flora patógena, también alteran la flora probiótica o beneficiosa.
  • Existe un cuarto tipo de disbiosis intestinal asociada a procesos de sensibilización que podemos observar en personas con alteraciones de tipo inmunitario.

¿Cómo afecta a nuestra salud este desequilibrio?

Debemos saber que el intestino tiene una superficie de contacto de unos 300 m2, y en él se encuentra uno de los sistemas inmunitarios más complejos y eficaces de nuestro organismo. La flora intestinal tiene funciones metabólicas, nutritivas y metabólicas. De su integridad, tanto física como funcional, depende que los nutrientes se absorban correctamente y que sirva de barrera para la no absorción de sustancias tóxicas, lo cual es fundamental para nuestra salud.

En los últimos años, ha ido creciendo el interés en la investigación del llamado Síndrome de Permeabilidad Intestinal y que parece íntimamente relacionado con patologías muy frecuentes como la celiquía, enfermedad de Crohn, la dermatitis atópica y la candidiasis intestinal, entre otras.

Quisiera hacer un breve apunte respecto al tema de la candidiasis. La Cándida Albicans es una levadura que forma parte de nuestro ecosistema,  permitiendo metabolizar deshechos a nivel de colon y su alteración conduce a una disminución de bifidobacterias y lactobacilos. Clínicamente se manifiesta de forma silente y con síntomas tales como cansancio, cefaleas, dolor muscular y apetencia exagerada por comer hidratos de carbono.

A modo de resumen, podemos decir que la alteración en la microbiota puede ser el origen o agravar diferentes cuadros clínicos tanto a nivel gastrointestinal, intolerancias alimentarias, enfermedades respiratorias y alergias, entre otras.

¿Cómo sabe una persona que tiene disbiosis intestinal?

Una persona puede sospechar que tiene un problema de disbiosis con determinados síntomas, entre ellos, los más frecuentes son sensación de pesadez digestiva, hinchazón abdominal, estreñimiento y alteración del ritmo intestinal. Fuera de la esfera digestiva hay otras muchas alteraciones relacionadas entre las que podemos destacar dermatitis, alergias,  alteraciones de la inmunidad, cefaleas y sobrepeso.

Resumidamente, ¿cuáles pueden ser las principales causas?

 El origen de la disbiosis es multifactorial pero podemos destacar el consumo elevado de azúcares, alcohol, alimentos procesados, el estrés, la contaminación ambiental, los pesticidas y la insuficiente masticación de los alimentos, como las más importantes.

¿En qué consiste su tratamiento?

El objetivo de nuestro tratamiento se basa en restablecer el equilibrio de la flora, corregir la alteración de la permeabilidad intestinal y tratar las colonizaciones de microorganismos patógenos con probióticos y simbióticos, junto con cambios en la alimentación.

En los últimos años, las enfermedades relacionadas con una mala nutrición han aumentado considerablemente, ¿a qué cree que se debe?

No cabe duda que el estrés generado por el ritmo de vida, el procesamiento de los alimentos, ya que son ricos en aditivos (sustancia que añadida a los alimentos, mejora sus propiedades físicas, su sabor y ayuda a conservarlo), una alimentación desequilibrada rica en carnes y grasas,  el elevado consumo de derivados refinados y azúcar, contribuyen a una mala nutrición.

¿Cómo se podría paliar esta situación?

Corrigiendo los hábitos alimentarios, eligiendo alimentos naturales, no procesados, …. Organizar el tiempo con el fin de poder gestionar el estrés con actividad física, meditación. Para que realmente sean eficaces, debemos educar a los niños en estos hábitos saludables.

¿Cree que la sociedad es consciente realmente de lo que supone una mala nutrición para su salud?

Creo que el ritmo de vida que llevamos no nos hace conscientes de la importancia que tiene la alimentación en nuestra salud. No se trata solo de comer sino que hay que hacerlo adecuadamente,  de forma variada, equilibrada  y lo más natural posible.