Tras algo más de 6 meses compartiendo nuestra vida con el Covid-19, parece que ya es uno más de nuestra familia.
Este virus ha llegado para enseñarnos muchas cosas… Nos ha dado más tiempo libre, nos está enseñando a relacionarnos de otras maneras y, tal vez para algunas personas, ha sido el inicio de un profundo cambio interior. Lo que confirma mi idea de que los sucesos que solemos etiquetar como “malos”, en realidad vienen a enseñarnos importantes lecciones.
En ocasiones tenemos dificultades para adaptarnos a una vida donde parece que la sombra del Covid nos persigue, por muchas mascarillas que llevemos o por mucho gel hidroalcohólico que nos demos… Por eso hoy quiero darte algunas pautas muy sencillas para aprender a convivir con este virus inesperado, más allá del miedo.
El temor a contagiarse… Creo que gran parte de la población siente temor a contraer la enfermedad, algunos por uno mismo, otros por contagiar a seres queridos enfermos o que requieren cuidados especiales. Creo que el miedo es un efecto colateral del virus, pero podemos decidir no caer en sus redes…
Cuando sientas el miedo cerca de ti, respira con calma… Observa cómo inspiras y espiras… Deja que el miedo sea barrido por el aire que entra en tu cuerpo… Siente cómo cada espiración te aleja de él.
Cumple las pautas sanitarias para protegerte y proteger a otros: mantén la distancia de seguridad, lleva la mascarilla siempre que salgas a la calle y no puedas mantener la distancia, lávate las manos habitualmente y cada vez que llegues a casa, usa gel hidroalcohólico si lo llevas contigo, evita las reuniones donde haya mucha gente.
Si notas algún síntoma extraño, contacta con tu centro de salud.
Ocupa tu tiempo libre con actividades que te gusten y que puedas hacer de manera segura. De este modo, tu mente estará ocupada y pensarás menos en el virus.
LA ESPERA TRAS EL PCR…
Uno de los momentos más difíciles de vivir, puede ser la incertidumbre y espera hasta que te dan los resultados de las pruebas. Tal vez esta incertidumbre te provoque ansiedad y sientas que tu mente no para de pensar en lo que puede ocurrir, anticipando un resultado positivo, lo que indicaría que el virus está en ti.
Antes de nada, cuando empieces a sentir ansiedad… Respira con calma… Acude a tu cuerpo para volver al presente, para liberar a tu mente de tantos pensamientos. Sé que esto no siempre es sencillo, por eso comparto contigo una grabación muy breve que te ayudará a respirar y a pensar menos en el resultado del test. Puedes descargar esta grabación aquí.
Vuelve al ahora… cuando sientas que estás preocupado, que tu mente da vueltas y vueltas sin parar sobre el mismo tema, recuerda volver al ahora, focaliza tu atención en otras cosas. Esto lo puedes hacer de diferentes maneras: saliendo a pasear, leyendo, escribiendo, dibujando, viendo la TV, relajándote, escuchando la grabación que he compartido contigo…
En el peor de los casos, si el test PCR da positivo, serás atendido por los médicos y por tanto estarás controlado. En el mejor de los casos, no tendrás Covid y podrás seguir con tu vida cotidiana aunque sin olvidar las pautas sanitarias para protegerte.
Tal vez no puedas acelerar los resultados del test, pero siempre puedes elegir la actitud con la que esperas… Tú decides si lo haces desde el miedo o desde el amor. Si lo haces desde el amor, quiérete a ti mismo, dedícate tiempo, cuídate, respira y déjate llevar por el flujo natural de la vida.
ANTE EL RESULTADO POSITIVO…
Este virus que nos visita es inteligente y lo es porque los síntomas que provoca en una persona, son muy diferentes de los que provoca en otra, de manera que parece identificar las vulnerabilidades de las personas y altera el equilibrio del cuerpo.
Si te ha dado positivo el test PCR, tal vez tengas síntomas menores pero debas mantenerte aislado para no extender el virus. Tal vez tus síntomas sean mayores y necesites atención médica hospitalaria, en ese caso también te sentirás aislado de tu familia y te encontrarás en un entorno extraño, un universo nuevo.
Así pues, una de las consecuencias del resultado positivo, es el aislamiento físico de otras personas. Durante mis prácticas en un hospital con una paciente moribunda, tuve que acudir a sus visitas con guantes, mascarilla y bata porque su sistema inmune estaba muy bajo. Al principio temía no poder conectar con esa mujer que me esperaba un tanto temerosa… Esa era mi mente en acción.
La realidad fue diferente y conecté muy profundamente con ella a pesar de las capas de tela que nos separaban, a pesar de que no pudiera ver mi rostro al completo. En esa situación aprendí que la distancia emocional la creamos nosotros, pero que una mascarilla, unos guantes y una bata, no tienen el poder de separarnos de los demás.
Si debes estar aislado, sigue hablando con tus seres queridos, comunícate con el personal sanitario que te atiende… El aislamiento no te separa, tan solo te hace más ingenioso para expresar de manera verbal y no verbal lo que sientes.
Si tienes Covid, el miedo tal vez te visite de vez en cuando junto a la ansiedad… Es normal, no te preocupes. Cuando esto ocurra, intenta respirar, escucha la grabación que te he dado, centra tu atención en alguna actividad e incluso contacta con un psicólogo que te pueda ayudar a regular tus emociones.
Recuerda… Esta situación ha llegado hasta ti para enseñarte muchas cosas… Haz una lista de las cosas que te muestra y cómo has cambiado.
Quiero hablarte también de las emociones habituales en esta convivencia extraña en que estamos inmersos y también de tus pensamientos, que tienen el poder de cambiar tu realidad. En el post de la semana que viene te hablaré de estos temas y te daré pautas para que tu mundo emocional y tu mente, se adapten a los cambios que el Covid-19 ha traído consigo.