Parkinson: el ataque autoinmune puede comenzar años antes del diagnóstico

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La enfermedad de Parkinson es un trastorno crónico y progresivo. Sus características tienden a incluir temblor, rigidez, lentitud de movimiento y deterioro del equilibrio. Además, alrededor de 10 millones de personas en todo el mundo tienen esta enfermedad.

Generalmente, el resultado del párkinson es una pérdida de células nerviosas en una parte del cerebro llamada sustancia negra. Estas células producen dopamina, un mensajero químico o neurotransmisor, involucrado en el control del movimiento.

La mayoría de las personas con párkinson tienen más de 50 años cuando reciben el diagnóstico, pero algunas desarrollan síntomas motores, que involucran problemas con el control muscular, a una edad más temprana.

Años antes de que surjan los síntomas motores, pueden aparecer otros síntomas, incluido el olfato reducido, estreñimiento, cambios de humor y trastorno del comportamiento del sueño REM, que implica la representación física de los sueños.

La existencia de estos síntomas prediagnósticos sugiere que el daño a las células nerviosas protectoras de dopamina comienza mucho antes de que la persona experimente problemas con el movimiento.

En este sentido, un nuevo estudio, encabezado por investigadores del Instituto de Inmunología de La Jolla (LJI) se  suma a la evidencia de que el sistema inmune puede ser responsable del daño a las células nerviosas.

La investigación, que se publicó en Nature Communications, también indica que este ataque autoinmune podría comenzar más de una década antes de que la persona reciba el diagnóstico de párkinson.

Estos hallazgos dan esperanza de que los médicos puedan diagnosticar la enfermedad antes, y que el tratamiento inmunosupresor pueda retrasar, o incluso prevenir, la pérdida de células de dopamina.

Un estudio realizado en 2017 fue el primero en sugerir que la autoinmunidad desempeña un papel importante en el desarrollo de la enfermedad de Parkison. El equipo, por entonces, descubrió que una proteína llamada alfa-sinucléina actúa como un faro para las células T del sistema inmune, causando que ataquen las células cerebrales y, por lo tanto, contribuyen a la progresión de esta enfermedad.

PRIMEROS SIGNOS DE AUTOINMUNIDAD

Los autores del presente estudio informan del caso de un hombre cuya sangre contenía células T que reaccionaron a la alfa-sinucleína al menos una década antes de que los médicos le diagnosticasen la enfermedad de Parkinson.

Esto indica que la detección de respuestas de células T podría ayudar en el diagnóstico de personas en riesgo o en etapas tempranas del desarrollo de la enfermedad, cuando muchos de los síntomas todavía no se han detectado.

El hombre comenzó a experimentar síntomas motores en 2008 y recibió un diagnóstico de párkinson en 2009, cuando tenía 47 años. Así, se puso en contacto con los científicos de la lJI después de leer sobre el estudio anterior y se ofreció a donar muestras de su sangre, que habían sido tomadas entre 1998 y 2018.

De esta forma, las muestras revelaron que ya en 1998, las células T en su sangre apuntaban a la alfa-sinucleína. En otras palabras, hubo reactividad autoinmune al menos 10 años antes de que comenzase a desarrollar síntomas motores.