Usted estudió enfermería, pero, llegó un momento en el que se fijó en la medicina aeronáutica. ¿Qué fue lo que le llamó la atención de ella?
La verdad es que podemos decir que fue la medicina aeronáutica la que se fijó en mí. Era el año 2008 y yo me encontraba de excedencia en el Hospital, viviendo en Asturias. Había construido y gestionaba un complejo de 5 apartamentos para Turismo Rural.
Fue el comienzo de la crisis y al negocio le costaba despegar, por lo que busque un trabajo que pudiera realizar entre semana y que me dejara los fines de semana libres para atender los apartamentos. Mi cv de más de 20 años de experiencia, entonces, no servían de nada en otra comunidad para trabajar en un Hospital. Así, puse un anuncio y me llamaron para dar clases en una academia de azafatas de vuelo. Tenía que impartir medicina aeronáutica, que no sabía ni en qué consistía. Pero acepté y estudié presiones, alturas en pies, barotraumas, palabras como flaps, slats, válvula outflow, TUC… Y todo comenzó. La verdad es que fue un descubrimiento maravilloso para mí que me atrapó y en él sigo, hasta el día de hoy
¿En qué consiste exactamente la medicina aeronáutica?
En realidad la medicina aeronáutica a bordo consiste en el estudio de todas las patologías más habituales que se pueden dar en un vuelo para impartir a la tripulación los cuidados en primeros auxilios básicos que hay que administrar, con los medios que tienen a su alcance. Su fin es poder aliviar el problema hasta el aterrizaje y que el incidente no ocasione un cambio de ruta de la aeronave, aunque esto no siempre es posible.
¿Qué tipo de disfunciones se pueden producir a bordo? ¿Cuál es la más común?
Si tenemos en cuenta que muchos vuelos salen muy temprano, que algunos obligan a enlaces de varios vuelos, que solemos ir con prisas y que no siempre las comidas son las adecuadas ni a sus horas, es fácil adivinar que lipotimias, hipotensiones, sincopes, hipoglucemias… Son muy habituales.
Una vez en vuelo y debido a los cambios de presión en la cabina, los barotraumas (barotitis y aerocolias principalmente) afectan casi a la totalidad del pasaje en mayor o menor medida. En función de patologías cardiacas o respiratorias previas, la disnea es un síntoma que también puede aparecer con cierta facilidad. Y si el vuelo no es tranquilo, la hiperventilación por ansiedad también es muy común.
¿Cómo se pueden tratar estas disfunciones?
Según su origen, pero la mayoría son más fáciles de prevenir que de tratar. Este curso estaría bien poder impartirlo a los pasajeros previo al vuelo. Muchas de las patologías como TVP, hipotensiones, mareos… Pueden prevenirse fácilmente embarcando bien hidratados (la presurización de la cabina nos provoca una ligera deshidratación y muchas veces no queremos beber para no levantarnos al baño), las hipoglucemias controlando la ingesta, las barotitis masticando chicle, bebiendo o dando el biberón a los bebes, las aerocolias evitando bebidas gaseosas, comida flatulenta o copiosa las horas previas y evitando ropa ajustada para el vuelo…
¿Qué importancia tiene la salud mental en la medicina aeronáutica?
Pues es curioso que las tripulaciones reciben en su formación una asignatura llamada “Human Factors and Crew Resource Management” que son los recursos para el manejo de situaciones y el trabajo en equipo, básicamente, de la que posteriormente no se examinan. Yo considero que es importantísima y por ello imparto de manera particular técnicas de Coaching a las tripulaciones en activo.
¿Cómo se prepara a una persona, que será parte de la tripulación, física y psicológicamente?
Pues cuando entré en este mundo es algo que me sorprendió, pues es escasísima su formación obligatoria en estos aspectos. Físicamente los únicos requisitos exigidos son de altura, 1.57 cm mujeres y 1.65 cm hombres, y de natación: han de nadar 100 metros en menos de 2.30 minutos a estilo libre, bucear 8 metros sin impulso y subir a la balsa con el chaleco salvavidas puesto.
Psicológicamente, salvo el curso de FFHH y CRM que comenté antes, no tienen ninguna preparación especial. Por eso, cuando los instructores les indicamos que pase lo que pase lo primero es tranquilizar al pasajero, sé que no lo estamos haciendo bien pues de nada sirve decírselo si no les enseñamos las habilidades necesarias para conseguirlo.
¿Qué es el ritmo circadiano? ¿Cómo se puede ajustar al reloj biológico?
El ritmo circadiano es, por decirlo de alguna manera, el acople de nuestro reloj biológico al ciclo día/noche horario. Este reloj a la mayoría le provoca desajustes cuando el desplazamiento supera las 4 horas de “desacople” entre uno y otro, y este se ha realizado de manera rápida (aviones a reacción).
Sobre esto es muy difícil dar consejos generales sobre ajustes, ya que cada uno somos muy particulares en este aspecto: hay personas claramente matutinas, que les agrada madrugar ya sea para estudiar o hacer deporte antes de trabajar. Otras son más vespertino-nocturnas y prefieren alargar los días, acostándose a altas horas ya sea para estudiar, leer o ver la TV. Estos dos tipos de personas no van a tolerar igual el cambio horario ya sea aumentando o disminuyendo horas (vuelos al Este o al Oeste). Si se sabe, según los estudios, que hay más gente que tolera peor los vuelos Oeste-Este que acortan nuestro día que los Este-Oeste que los alarga.
Pero este desajuste esta también mucho en nuestra psicología, en la manera y disposición que tenemos de vivir ese cambio horario. Mira, por ejemplo, cuando tenemos que cambiar la hora, haciéndose la noche del sábado, hay gente que va “derrengada” a trabajar el lunes porque lo ha acusado muchísimo. Si este mismo cambio horario se da porque nos vamos de vacaciones a Canarias, nadie se derrumba y se vive con alegría.
¿Qué es lo que más le gusta de este ámbito de la medicina?
Pues aunque ahora suene oportunista, yo de pequeña quería ser azafata. No di la altura y, por otras circunstancias, terminé en enfermería, profesión que amo y si 100 veces naciera 100 veces la estudiaría de nuevo. Pero parece que la vida, en mi madurez, me ha dado la oportunidad de vincularme de alguna manera con este medio.
A mí siempre me ha gustado hacer formación sanitaria entre la población: cosas sencillas pero fundamentales como la importancia del lavado de manos, diferencia entre limpieza e higiene, curas, alimentación, maniobra de Heimlich, RCP… Creo que se debería de impartir desde el colegio, como cultura general en la educación obligatoria, lo mismo que estudiar las provincias, las multiplicaciones, el teatro o los tipos de hojas de árbol que hay.
De alguna manera esta instrucción me da esa oportunidad. El 90% de los estudiantes para tripulantes de cabina de pasajeros son adolescentes que no saben nada de esto y me da la oportunidad de enseñárselo. Incluso alguna vez, me salgo algo del temario para aclararles falsos mitos sobre alguna cosa en concreto.
¿A quién se la recomendaría?
El conocimiento de las principales alteraciones de salud en vuelo y su tratamiento es un aprendizaje muy sencillo con recomendaciones fáciles de entender y de gran utilidad. Creo que, libros como “Aspectos de Medicina Aeronáutica y Primeros Auxilios” son fundamentales para estudiantes de TCP (tripulantes de cabina de pasajeros) así como para tripulantes en activo, pues los pueden tener de consulta y refresco para siempre.
Su lectura es fácilmente comprensible, no es un libro técnico, por lo que también es de interés para todos los pasajeros que habitualmente utilizan los aviones como medio de desplazamiento. Si quien vuela sufre una patología, ha sufrido un traumatismo o se ha sometido a una cirugía reciente, recomendaría “Disfunciones a bordo y recomendaciones post-quirúrgicas”, donde encontrarán los plazos de seguridad que han de guardar antes de volar y así evitar una complicación que puede llegar a ser grave.
En cuanto a colegas de la profesión, es un mundo apasionante que recomiendo. El año pasado formé a 7 enfermeros para trabajar en escuelas de formación y están encantados. Si se tiene amor por la docencia es un campo con muchas novedades que puede aportar mucho profesionalmente.