Los humanos han puesto en práctica el notable sentido del olfato de los perros al entrenarlos para oler explosivos y narcóticos. De hecho, su potente olfato hace también que puedan detectar virus, bacterias y signos de cáncer en el cuerpo o en los fluidos corporales de una persona.
Las investigaciones sugieren que los perros pueden detectar muchos tipos de cánceres en humanos. Al igual que muchas otras enfermedades, el cáncer deja rastros específicos, o firmas de olor, en el cuerpo y las secreciones corporales de una persona.
Las células cancerosas, o células sanas afectadas por el cáncer, producen y liberan estas firmas de olor. Dependiendo del tiempo de cáncer, los perros pueden detectarlas en su piel, aliento, orina, heces o sudor de una persona.
De esta forma, si pueden detectar estas firmas, con entrenamiento pueden llegar a alertar a las personas de su presencia. De hecho, ya hay algunas personas que entrenan a los perros para detectar ciertas enfermedades.
Estos canes detectan algunas sustancias en concentraciones muy bajas, lo que hace que sus narices sean lo suficientemente sensibles como para detectar marcadores de cáncer en el aliento, la orina y la sangre de una persona.
