Más de 423.000 personas han sido infectadas por el Covid-19 en 185 países del mundo. Entre ellos se encuentra España, que tiene más de 47.000 infectados y más de 3.400 muertos, superando a China en número de fallecidos.
No hay duda de que la sociedad ha tomado conciencia de la importancia de tener un buen sistema de sanidad y de la heroicidad de los profesionales sanitarios, que se encuentran en la primera fila en la lucha contra el coronavirus.
Sin embargo, aunque la mayoría no estén contagiados directamente por el Covid-19, sí que sufren una serie de condiciones que les llevan a tener una gran carga de ansiedad, estrés, desesperación e impotencia.
En este sentido, el Sindicato de Enfermería, SATSE, reclamó al Ministerio de Sanidad que coordine con las comunidades autónomas «la puesta en marcha urgente de programas y gabinetes de atención psicológica para los profesionales sanitarios» que estos días sufren de desgaste emocional en su trabajo diario para atender a los pacientes con coronavirus.
SATSE resalta que todos los profesionales sanitarios, entre ellos, las enfermeras y enfermeros, están «viéndose sometidos a una gran carga de ansiedad, estrés y, en muchos casos, de desgaste emocional, que está yendo a más ante la creciente sobrecarga laboral que sufren por el incremento de casos de personas afectadas por el coronavirus y/o sospechosas de estarlo en todo el Estado, así como por los riesgos que están asumiendo por la falta de equipos de protección individual (EPIs)».
Ante esta realidad, SATSE demandó a las autoridades sanitarias la creación y puesta en marcha con urgencia de gabinetes y programas de apoyo y atención psicológica en todos los servicios de salud de cada provincia durante y después de la crisis sanitaria actual, teniendo en cuenta que las consecuencias en los profesionales del estrés y desgaste emocional son a corto, medio y largo plazo.
BURN OUT
SATSE recuerda que, según estudios recientes, la mitad de los profesionales de Enfermería en España ya señalaban sufrir, en condiciones normales de actividad asistencial, el síndrome del profesional “quemado” (burn out) y ocho de cada diez, estrés. Unas cifras que seguro se han incrementado exponencialmente en la actual crisis sanitaria motivada por la creciente expansión del coronavirus en nuestro país, apunta.
Asimismo, el Sindicato señala que el esfuerzo sobrehumano que están realizando, en estos momentos, las enfermeras y enfermeros puede soportarse durante un periodo de tiempo determinado, pero si la situación se prolonga puede tener repercusión, no solo de forma inmediata, sino también a largo plazo. Añade, al respecto, que un periodo de ansiedad prolongado aumenta también el riesgo de depresión y otros procesos que afectarían a su salud psíquica.