La osteoporosis es una enfermedad común en los seres humanos, que se caracteriza por una baja masa ósea, el deterioro del tejido óseo y la desorganización de la arquitectura ósea cuando la fortaleza del hueso está comprometida, así como un aumento en el riesgo de fractura.
Es más, esta enfermedad pueda ser considerada como un factor de riesgo para sufrir fracturas por fragilidad y, por ello, su prevalencia aumentará en los próximos años por el incremento de la esperanza de vida.
En este sentido, es muy importante adoptar hábitos de vida saludables, entre ellos, una alimentación variada y equilibrada que asegure el aporte de nutrientes esenciales para la salud de los huesos y la prevención de la osteoporosis, sobre todo calcio y vitamina D.
Así, los factores nutricionales reconocidos como determinantes de la salud ósea son el calcio, la vitamina D, la proteína, el magnesio o el fósforo. También se ha demostrado que solo la suplementación de calcio y vitamina D tiene eficacia como tratamiento de osteoporosis.
Además, la dieta mediterránea y rica en omega 3, calcio, selenio, zinc y vitamina C mejoran de manera notable el metabolismo del hueso.