Un equipo de investigadores publicó nuevos resultados sobre la función de procesamiento sensorial y características de la enfermedad en el estado funcional de individuos con esclerosis múltiple. Este es uno de los primeros estudios para mirar la implicación del déficit de procesamiento sensorial en esta población. El artículo, “El papel de las dificultades de procesamiento sensorial, el deterioro cognitivo y la gravedad de la enfermedad en la predicción del comportamiento funcional entre los pacientes con esclerosis múltiple” por incapacidad y rehabilitación.
Los autores son Batya Engel-Yeger, PhD, OT, de la Universidad de Haifa, John DeLuca, PhD, y Patrick Hake de Fundación Kessler y Yael Goberover, OTR/L, PHd, de la Universidad de Nueva York y fundación Kessler.
Un pequeño estudio se ha hecho en personas con esclerosis múltiple, afectada con dificultades en el procesamiento sensorial y el impacto de esas dificultades en sus actividades diarias. Este equipo de investigadores examinó la asociación entre déficit en el procesamiento sensorial y deficiencias cognitivas en individuos con SM y los efectos de las dificultades de procesamiento en el comportamiento funcional y la gravedad de la enfermedad.
Los investigadores engloban 61 participantes con esclerosis múltiple, edades entre 23 y 63 años y 36 controles sanos. Los participantes con esclerosis múltiple constituyen 43 participantes con impedimentos cognitivos y 18 sin impedimentos. Los datos recogidos incluyen los perfiles sensoriales de adolescentes y adultos, perfil de aspecto funcional y resultados de la composición funcional de EM. Los resultados revelan la presencia de diferencias en procesamiento sensorial incluyendo baja habilidad para registrar aporte sensorial, alta sensibilidad sensorial y evitación sensorial.
Comparado con los controles sanos, los participantes con SM estaban más relacionados con puntuaciones altas en los test para dificultades sensoriales; ahí no había diferencias entre los dos grupos EM. Para el perfil de comportamiento funcional, el grupo control tuvo puntuaciones más altas que ambos grupos de EM. Los análisis de resultados sensoriales, estados cognitivos, perfiles de conducta funcional y la gravedad de la enfermedad mostraron una falta de efecto del estado cognitivo sobre la conducta funcional. La gravedad de la enfermedad y el déficit de procesamiento sensorial, sin embargo, afectaron el desempeño funcional de las actividades de la vida diaria.
“Estos estudios resaltan la influencia de procesamiento sensorial en EM, y la importancia de pacientes estudiados por esta enfermedad”, dice Dr. Goverover. “Se necesita investigación adicional para explorar si las dificultades en el procesamiento sensorial podrían ser de valor predictivo para la gravedad de la enfermedad y el deterioro cognitivo” continúa ella. “Este enfoque puede conducir a intervenciones que mejoren la función y apoyen la plena participación de las personas con EM en la vida diaria.
Fuente de información: https://www.noticiasdelaciencia.com
