El envejecimiento es un proceso que afecta a todas las funciones del cuerpo humano, particularmente a las funciones cerebrales.
Sin embargo, el envejecimiento puede retrasarse a través de cambios en el estilo de vida (ejercicio físico, restricción de la ingesta de calorías, etc.). Investigadores del Instituto Pasteur y CNRS han aclarado las propiedades de una molécula en sangre GDF11 cuyos mecanismos eran previamente desconocidos.
En un modelo ratón, ellos descubrieron que su molécula podría imitar los beneficios de la restricción de ciertas calorías- régimen dietético que han demostrado su eficacia en la reducción de enfermedades cardiovasculares, prevención de cáncer e incremento de la neurogénesis en el cerebro. Los resultados de su investigación fueron publicados en el Journal Aging Cell el 22 de octubre de 2019.
Hoy es posible mantener una salud cerebral a largo plazo. Durante los últimos 30 años, esto ha generado el reconocimiento que ciertas restricciones dietéticas como el ayuno intermitente puede mejorar el rendimiento cognitivo y prolongar la esperanza de vida de varias especies. Esto también ha proado que la restricción calórica (reducción en la ingesta de calorías del 20-30% preserva al mismo tiempo la calidad nutricional) reduce el riesgo de cáncer y enfermedades cardiovasculares, mientras incrementa la producción en el cerebro de nuevas neuronas.
En un estudio previo usaran modelos ratón, los científicos observaron que inyectando sangre de ratones jóvenes a ratones ancianos se rejuvenecían los vasos sanguíneos cerebrales y consecuentemente había una mejora del flujo sanguíneo cerebral mientras incrementa la neurogénesis y la cognición.
Científicos en la unidad de Percepción y memoria plantearon la teoría de que, dada la restricción de calorías y la suplementación con sangre joven eran eficaces en el rejuvenecimiento de órganos, lo más probable es que tengan ciertos mecanismos en común.
Ellos por lo tanto, examinaron la molécula GDF11, que pertenece al (Growth Differentiation Factor) (factor de diferenciación de crecimiento), familia de proteínas y está involucrado en el desarrollo embrionario.
GDF11, era ya conocida por los científicos por su habilidad para rejuvenecer la edad cerebral.
Por la inyección de esta molécula en modelos de ratón ancianos, nosotros notamos un incremento en la neurogénesis y en la remodelación de vasos sanguíneos, explica Lida Katsimpardi, una científica de Perception and Memory Unit y líder y autora del estudio. Los científicos también observaron que los ratones a los que se administraron GDF11 perdieron peso y su apetito cambió.
Esta observación les lleva a creer que GDF11 podría ser enlace entre la restricción de calorías y los efectos de regeneración de sangre joven.
El siguiente paso fue confirmar su teoría del estudio de adiponectina, hormona secretado por el tejido adiposo, la cual induce a la pérdida de peso sin afectar al apetito.
En animales que han sufrido restricción calórica, los niveles de esta hormona en sangre eran elevados. En animales a los que se les suministró GDF11, también se observaron elevados niveles de adiponectina y esto demostró que GDF11 causa cambios metabólicos similares para la inducción por restricción de calorías.
Antes recientemente, había sido controversia sobre el papel de GDF11 en el envejecimiento y sus mecanismos eran en gran medida desconocidos. Los resultados de este estudio mostraron que la inducción de fenómenos similares a los notificados para la restricción calórica que conducen a la estimulación de la adipoctina y neurogénesis, GDF11 contribuye al nacimiento de nuevas neuronas en el cerebro.
Estos resultados fomentan y apoyan los usos terapeúticos del GDF11 en determinadas enfermedades metabólicas, como la obesidad y enfermedades neurodegenerativas.