¿Puede un compuesto natural del té verde mejorar el desarrollo cognitivo de niños de 6 a 12 años con síndrome de Down? Ese es el quid de la cuestión que intenta responder la investigación franco-española que coordina el Dr. Rafael de la Torre, director del Programa de Investigación en Neurociencias del Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas.
El complemento alimenticio ya se ha ensayado con éxito en adultos jóvenes. Combinándolo con sesiones de estimulación cognitiva, los muchachos mejoraron la memoria de reconocimiento visual, la atención, el autocontrol y el comportamiento adaptativo, la autonomía personal…
Las personas con Síndrome de Down cuentan con tres copias y no dos del cromosoma 21. Y la epigalocatequina galato modula la actividad de uno de los genes localizados en ese cromosoma 21, un gen que está relacionado con la plasticidad cerebral y algunas capacidades cognitivas.
Por eso, ahora se intenta averiguar si el extracto de té también tiene puede tener efectos positivos en los niños. El ensayo clínico pediátrico cuenta con 70 niños y niñas de entre 6 y 12 años del Hospital del Mar de Barcelona, el Hospital Niño Jesús de Madrid, el Instituto Hispalense de Pediatría, el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla de Santander y el Instituto Jérôme Lejeune de París. Los menores están siendo tratados con un preparado alimentario instantáneo con sabor a chocolate.
Según la Organización Mundial de la Salud, el síndrome de Down afecta aproximadamente a 1 de cada 1.000 personas en el mundo y es la causa más común de discapacidad intelectual de origen genético.