Por desgracia nos topamos todos los días con casos de cáncer a nuestro alrededor. ¿Quién tiene la suerte de no tener un familiar con esta enfermedad? No obstante es mucho el desconocimiento que existe sobre la enfermedad tanto a nivel científico como a nivel de conocimientos por parte de la población en general.
Por eso, elaboramos esta breve guía que resolverá las principales dudas que suelen darse en torno a los tumores, gracias a una entrevista realizada al doctor Kevin Molina, del servicio de oncología médica del ICO l`Hospitalet:
1.- ¿Qué es un tumor? Se trata de una masa o bulto formado por una alteración del tejido en el cuerpo humano. Este tejido está constituido por células que presentan un ritmo de crecimiento acelerado y descoordinado con respecto al de los tejidos normales, por lo que se produce un aumento del número de células y en consecuencia un aumento del volumen del mismo.
Desde el Instituto Nacional del Cáncer Estadounidense señalan en este sentido que "los tumores están formados por células extras. En general, las células crecen y se dividen en otras células cuando el cuerpo las necesita. Cuando las células envejecen, se mueren y otras células nuevas toman su lugar. Algunas veces, este proceso no resulta como se espera: se forman células nuevas, aún cuando no son necesarias y las células viejas no mueren cuando deberían. Cuando estas células adicionales forman una masa, se les conoce como un tumor".
2.- ¿Cuál es la diferencia entre tumor y quiste?, ¿son lo mismo? Un tumor y un quiste no son lo mismo. Un quiste es una bolsa membranosa que se forma anormalmente en los tejidos del cuerpo y que contiene una sustancia líquida o semisólida de distinta naturaleza en su interior. Los quistes se producen como resultado de un error en el desarrollo embrionario durante el embarazo. No obstante, a veces aparecen espontáneamente sin causa aparente. Los quistes no son malignos, pero a veces pueden ser peligrosos debido a los efectos negativos que pueden tener sobre los tejidos cercanos, provocando compresión, dolor u otros síntomas asociados.
3.- ¿De qué depende que un tumor sea maligno o benigno? El Instituto Nacional del Cáncer estadounidense precisa que los tumores son crecimientos anormales en el cuerpo y pueden ser benignos o malignos. Los tumores benignos no son cáncer, pero los malignos sí. Los tumores benignos solo crecen en una parte del cuerpo. No pueden aparecer ni invadir otras partes del cuerpo. Aún así, pueden ser peligrosos si presionan órganos importantes, tales como el cerebro.
El doctor Molina añade aquí que un tumor benigno se diferencia de uno maligno ya que éste no posee la capacidad de crecer de forma desproporcionada ni agresiva, no invade tejidos adyacentes, y no provoca metástasis a otros órganos o tejidos distantes. "Las células de los tumores benignos permanecen juntas y frecuentemente son rodeadas por una membrana de contención o cápsula. Estos tumores, no significan una amenaza para la vida generalmente, se pueden extirpar y, en la mayoría de casos, no reaparecen", añade.
En cambio, advierte de que los tumores malignos pueden invadir y dañar tejidos cercanos, sus células pueden separarse del tumor y entrar en el sistema linfático o al flujo sanguíneo, siendo la manera en la que el cáncer alcanza otras partes del cuerpo. "La principal característica de las células de un tumor maligno es su capacidad de crecer rápidamente, de manera descontrolada e independientemente del tejido donde se originó", asegura el especialista del Instituto Catalán de Oncología.
4.- ¿Todos los tumores son cáncer? Molina afirma que no, ya que no todos los tumores son cáncer. "Los tumores benignos no poseen la malignidad de los tumores cancerosos, con lo cual solo podemos considerar cáncer a los tumores malignos", insiste.
5.- ¿Por qué un tumor pasa de ser benigno a maligno? El oncólogo precisa que las células que componen los tumores son "clónicas", es decir, descienden de una única célula progenitora que inicialmente es sana. "Las células sanas a lo largo de la vida se van dividiendo con normalidad para mantener los tejidos de nuestro cuerpo, pero algunas de ellas debido a alteraciones genéticas o epigenéticas (relacionadas con agresiones del ambiente externo: dieta, rayos ultravioleta, tabaco, alcohol, infecciones, entre otros aspectos), van acumulando anomalías progresivamente en su ADN, que finalmente no podrán repararse y desencadenarán el desarrollo de una célula maligna. Posteriormente, esta célula maligna se dividirá de manera incontrolada originando un tumor maligno", señala.
6.- ¿Hay tumores que son directamente malignos? El doctor Molina insiste en que las células benignas van acumulando alteraciones en el ADN y su capacidad de división de forma progresiva hasta que finalmente se convierten en células malignas. "Las células de un tejido normal o un tumor benigno pueden acumular progresivamente dichas alteraciones a nivel del núcleo celular y citoplasma, apareciendo anomalías en las estructuras celulares que llamamos "cambios displásicos". La displasia se puede considerar una lesión premaligna. Finalmente, si la célula continua acumulando más alteraciones se transformará de un estado de displasia a un estado de malignidad, creándose así la célula maligna tumoral", sentencia el oncólogo.