Una nueva investigación ayuda a explicar por qué las personas experimentan pérdida muscular en la vejez, lo que eleva las posibilidades de revertir la afección en el futuro. A medida que la gente envejece, los músculos de sus piernas se vuelven cada vez más pequeños y débiles, lo que lleva a la fragilidad y la discapacidad. Aunque este proceso inevitablemente afecta a todas las personas, hasta ahora no se ha comprendido el proceso.
Esta nueva investigación, publicada en "Journal of Physiology", sugiere que el desgaste muscular sigue a partir de los cambios que se producen en el sistema nervioso. A la edad de 75 años, las personas suelen tener alrededor de entre un 30 y un 50 por ciento menos de nervios que controlan sus piernas, lo que deja partes de sus músculos desconectados del sistema nervioso, volviéndolos funcionalmente inútiles y, por lo tanto, se desgastan.
Sin embargo, los músculos sanos tienen una forma de protección, ya que los nervios supervivientes pueden enviar nuevas ramas para rescatar algunas, pero no todas, las fibras musculares desprendidas. Este mecanismo de protección es más exitoso en adultos mayores con músculos grandes y sanos. Cuando el mecanismo de protección interno no tiene éxito y los nervios no pueden enviar nuevas ramas, puede provocar una pérdida muscular extensa. Esto puede ocasionar una afección llamada sarcopenia, que afecta a un 10-20 por ciento de las personas mayores de 65 años.
Los científicos aún no entienden por qué las conexiones entre los músculos y los nervios siguen siendo saludables en algunas personas y no en otras. La cuestión ahora está en utilizar este nuevo conocimiento para retrasar la debilidad de la vejez al desacelerar la disminución o al aumentar el éxito de la ramificación nerviosa para rescatar las fibras musculares desprendidas.
La investigación llevada a cabo por la Universidad Metropolitana de Manchester, en Reino Unido, en conjunto con la Universidad de Waterloo, Ontario, Canadá, y la Universidad de Manchester, Reino Unido, involucró el uso de la IRM para obtener una visión detallada del tejido muscular, seguido de una electromiografía mejorada para registrar la actividad eléctrica que pasa a través del músculo para estimar los números y el tamaño de los nervios sobrevivientes disponibles para rescatar las fibras musculares.
Los científicos están estudiando si el ejercicio regular en la edad media y avanzada disminuye el proceso de los músculos que se desconectan del sistema nervioso o mejora el éxito de la ramificación nerviosa para rescatar las fibras musculares desprendidas. El objetivo es identificar el mejor tipo de ejercicio (entrenamiento de fuerza o resistencia) y comprender la fisiología de por qué ocurren los cambios en los músculos nerviosos a medida que envejecemos.
HACIA UNA POSIBLE TERAPIA CONTRA LA DEBILIDAD MUSCULAR
El autor principal de la investigación, el profesor Jamie McPhee, subraya: "Nuestro desafío ahora es encontrar formas de aumentar el éxito de la ramificación nerviosa para rescatar las fibras musculares desprendidas y así reducir el número de personas mayores en nuestros vecindarios con baja masa muscular y debilidad muscular. En este momento, en Europa hay al menos 10 millones de personas mayores con baja masa muscular, que es una enfermedad médica conocida como sarcopenia".
"Tienen un mayor riesgo de aislamiento social, caídas, fractura ósea, discapacidad e ingreso hospitalario que los hace particularmente vulnerables a las caídas con mal tiempo, como hemos tenido en las últimas semanas. Nuestra investigación ayuda a explicar por qué los músculos disminuyen con la edad y este nuevo conocimiento ayudará en la búsqueda de contramedidas efectivas", agrega.
El autor principal de la investigación, el docorMathew Piasecki, que desde entonces asumió un puesto en la Universidad de Nottingham, resalta: "Uno de los primeros intentos de investigación similares a los nuestros mostró resultados de un pequeño grupo de personas mayores que aparentemente solo tenían un par de nervios supervivientes que se alimentan de un músculo del pie".
"Cuando comenzamos con nuestra investigación, éramos muy escépticos con respecto a los datos antiguos y pensábamos que era una anomalía de los procedimientos de prueba obsoletos. Sin embargo, ahora que hemos estudiado a unos 200 hombres, creemos que la primera observación fue probablemente correcta. También hemos observado algunos músculos muy viejos con solo unas pocas docenas de nervios, donde los adultos jóvenes y sanos tienen cientos", concluye.