Las disfunciones sexuales femeninas son muchísimo más frecuentes de lo que se piensan. A pesar de ello, hoy en día muchas mujeres las sufren en silencio. Aunque parezca mentira, se consideran una enfermedad. Son problemas en la respuesta sexual humana (el deseo, la excitación y el orgasmo) que pueden impedir el desarrollo de una vida erótica plena.
Además, afectan a la salud integral y a la autoestima del individuo, así como a su relación de pareja. Pueden tener origen biológico, psicológico o cultural. En concreto, "se trata de una alteración que sufre la mujer durante una o más fases de su respuesta sexual", explica en una entrevista con Infosalus, la psicóloga del servicio de Psiquiatría del Hospital universitari Dexeus de Barcelona- Grupo Quirónsalud, Iris Tolosa Sola, quien también afirma que estas disfunciones o problemas pueden surgir a cualquier edad en la mujer.
"Sí que es cierto que hay disfunciones, como el bajo deseo sexual, que son más prevalentes cuanto mayor sea la edad de la mujer, y sobre todo en la menopausia. No obstante, la anorgasmia o ausencia de orgasmo es más frecuente en chicas jóvenes", advierte la especialista, si bien asegura que éstas pueden aparecer a cualquier edad, tanto al inicio de la vida sexual (se les llama "primarias"), o bien después de que una persona haya vivido con normalidad su sexualidad ("secundarias") .
Sobre las causas, Tolosa señala que tienen origen multicausal: "Como factores orgánicos encontraríamos a las alteraciones hormonales, al postparto, a las enfermedades crónicas, como efecto secundario de fármacos, o por ejemplo a raíz de una depresión; también habría que mencionar a los factores psicosociales-culturales, tales como una baja educación sexual, la dificultad en la relación de pareja, muchas veces se tiene bajo deseo sexual por una relación de pareja muy conflictiva, por el miedo a perder el control, o por la monotonía y la rutina sexual, o más bien por experiencias sexuales traumáticas, por ejemplo".
TIPOS DE DISFUNCIONES
Así, la psicóloga y miembro de la Asociación Española de Sexualidad y Salud Mental describe las tres principales disfunciones sexuales femeninas:
1.- Anorgasmia o dificultad, o incluso ausencia, de orgasmos. "Hay mujeres que no llegan nunca al orgasmo, y otras que a veces sí y con dificultades. Se trata de una afectación que altera al deseo sexual, y al nivel de satisfacción sexual de la mujer. A veces es causa de otras disfunciones sexuales. Sabemos que afecta más a mujeres jóvenes, más inexpertas, y que a lo largo de los años el índice disminuye. Los estudios oscilan su prevalencia entre el 5 y el 20% de mujeres, todo depende del trabajo y de la muestra poblacional que empleen", señala Tolosa.
2.- Trastorno de interés de excitación sexual femenino, una patología anteriormente conocida en dos, como "el deseo sexual inhibido" y el "trastorno de la excitación femenina", "que ahora se fusionan en uno porque en las mujeres va muy ligado el no tener deseo y el no tener excitación; ese descenso en el deseo sexual en la mujer, la ausencia de fantasías, o de placer sexual durante la actividad sexual".
Según resalta, se trata del "más visto en la consulta", y muchas veces se detecta a través de la terapia de pareja. La psicóloga clínica dice que es más frecuente en edades más avanzadas, en la mujer a partir de los 40, siendo el pico más alto en la menopausia. El porcentaje de prevalencia, según la profesional, varía del 8 al 40% según el estudio.
3.- Trastorno de dolor genitopélvico penetración, lo que antes se conocía por "vaginisimo" (contracción o espasmos de la vagina que imposibilita la penetración) y la "dispaurenia" o dolor en las relaciones. "También se juntan ahora en un único trastorno porque suelen ir de la mano. Se relaciona con dificultades en la penetración vaginal, muchas veces derivados por el propio ginecólogo que no puede introducir el espéculo para la exploración, o por ejemplo cuando hay dificultad para introducir un tampón, o para mantener relaciones con penetración", señala.
Es más, advierte de que tiene lugar en parejas que mantienen relaciones sexuales satisfactorias con masturbación o sexo oral pero la penetración no la llevan a cabo casi nunca, o si la llevan a cabo es dolorosa para la mujer. Es la menos prevalente en las mujeres. "De un 2 a un 15%, según el estudio", puntualiza.
¿EXISTE TRATAMIENTO Y CURACIÓN?
Finalmente, la especialista del servicio de Psiquiatría del Hospital universitari Dexeus de Barcelona- Grupo Quirónsalud confirma que sí hay curación y tratamiento para las disfunciones sexuales femeninas.
En el caso de que exista causa orgánica, Tolosa dice que se deriva al especialista en cuestión, mientras que si el origen de las mismas es psicológico, el tratamiento habitual es la terapia sexual, un tratamiento cognitivo conductual donde se trabaja con pensamientos y con la conducta. "Ahora también se trabaja con el "mindfulness" pero aplicado a la sexualidad. No hay que dejar de ir al médico por un problema de esta categoría. Siempre nos pueden orientar y ayudar", sentencia la miembro de la Asociación Española de Sexualidad y Salud Mental.