¿Es seguro el ruido blanco para dormir a los bebés?

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El ruido blanco es un sonido constante que impide que otros invadan la percepción auditiva. Camufla el resto de ruidos que nos rodean, por lo que se ha convertido en un arma para combatir el insomnio en personas mayores en muchos casos. De hecho, muchas personas que no logran dormir utilizan una fuente de ruido blanco para relajarse cuando se acuestan por la noche, porque el mero hecho de oír ese murmullo les ayuda a conciliar el sueño.

Además, suele calmar, especialmente a los bebés. Por ello, también se ha convertido en el aliado de muchos padres primerizos que no saben cómo frenar el insistente llanto de sus retoños recién nacidos. En concreto, dicen que el ruido blanco les recuerda a los sonidos que escuchaban cuando estaban en el vientre materno, donde los sonidos exteriores llegan muy distorsionados. Por eso, cuando los escuchan vuelven a sentirse seguros, se relajan y dejan de llorar.

A pesar de estas afirmaciones tan repetidas en los últimos tiempos, desde el punto de vista médico no hay ningún estudio concluyente sobre su eficacia, ni para ayudar a conciliar el sueño a los que más problemas tienen de insomnio, ni para calmar a los bebés más llorones.

Entre los sonidos que se identifican como ruidos blancos se encontrarían los de los electrodomésticos. Por ejemplo, puede tratarse de la campana extractora de la cocina, de algunos ventiladores, de la lavadora, del agua que cae del grifo, de un secador, de un aspirador, una televisión sin sintonizar o un tren en marcha, por ejemplo.

NO HAY NADA DEMOSTRADO
En una entrevista con Infosalus, el jefe del servicio de Pediatría del Hospital Universitario Rey Juan Carlos en Móstoles y del Hospital General de Villalba (Madrid), el doctor Iván Carabaño Aguado, explica que este concepto deriva del concepto "luz blanca", el resultado de una mezcla de todas las frecuencias, con la misma potencia. "Para entendernos, es como el sonido que escucharíamos desde una tele sin sintonizar", precisa.

Sobre si es bueno o malo calmar a los bebés con el ruido blanco cuando lloran mucho, por ejemplo, o no pueden dormirse, Carabaño subraya que no hay ningún estudio científico que concluya que el ruido blanco se deba recomendar en los niños con problemas de sueño. "Hay padres que describen que sus hijos se tranquilizan, pero los pediatras hemos de fundamentar nuestras recomendaciones en pruebas sólidas. Todo lo contrario sería caer en la pseudociencia", avisa el especialista.

LOS PROBLEMAS DEL RUIDO BLANCO
De hecho, insiste en que en el momento actual no hay pruebas que avalen esta recomendación. "Los lactantes pequeños tienen por naturaleza un sueño fragmentado. Esto es que a lo largo de la noche se despiertan varias veces, de forma normal. Si el bebé asocia la conciliación del sueño con la escucha de este ruido, lo va a solicitar con cada despertar. De este modo, si un día no le conectamos al ruido, o se va la batería del teléfono, por ejemplo, el bebé va a llorar solicitándolo", avisa el experto en Pediatría.

Así con todo, Carabaño es más partidario, y le parece "mucho más prometedor" el exponer al bebé a la música, cuando esté despierto, antes que al ruido, cuando esté en trance de dormirse. Con independencia de que pueda aportar una estimulación cerebral (que está por determinar), la música siempre aporta activos culturales", sentencia.