La Insuficiencia Renal Crónica (ERC) es una patología que presenta características epidémicas y produce complicaciones devastadoras para el paciente y su entorno, por lo que actualmente está considerada como un problema de salud público.
A nivel mundial, esta enfermedad afecta al 10-14% de la población adulta (aunque otros autores sitúan la prevalencia mundial en el 17%), siendo la mortalidad global de 44,7%. Por cada millón de habitantes existen de 3.500 a 4.000 personas con IRC, y 1/120x106necesitaran diálisis o trasplante renal. Gracias a estas técnicas sobreviven más de 2 millones de personas en todo el planeta.
En países desarrollados, la prevalencia se sitúa en el 11% de la población, aumentando cada año un 4 -5%. Concretamente en Europa, dicha patología afecta al 5-7% de la población.
En España, el estudio EPIRCE (Epidemiología de la IRC en España) nos muestra que la ERC afecta aproximadamente al 10% de la población adulta, del cual un 6,8% son enfermos en estadios 3-5. En la actualidad son 25.057 pacientes los que se encuentran en diálisis, y 25.852 los que sobreviven con un trasplante renal. Dicho de otra forma, en nuestro país actualmente hay 4 millones de personas que padecen ERC, de las cuales 50.909 se encuentran en Tratamiento Sustitutivo Renal (TSR), la mitad en diálisis y la mitad con un trasplante renal funcionante. Además, cada año, unas 6.000 personas con IR progresan hasta necesitar tratamiento sustitutivo.
En cuanto a las modalidades utilizadas, el Registro Español de Enfermos Renales en 2012 indica que el 43,8% de los pacientes en TSR están en hemodiálisis, el 50,78% están trasplantados y el 5,42% restante se encuentra en Diálisis Peritoneal (DP). Sin embargo, el 80% de los pacientes que iniciaron TSR en 2012 lo hicieron en hemodiálisis, el 16,4% comenzaron con DP y el 3,5% restante se sometieron a trasplante.
La ERC no sólo está considerada como un problema de salud pública por las graves repercusiones que tiene sobre la población, sino que su importancia también radica en los altos costos que suponen para el Sistema Nacional de Salud (SNS). Se estima que el TSR consume el 2,5-3% del presupuesto del SNS, incrementándose dicha cifra cada año para cubrir los costos de las nuevas 6.000 personas que iniciarán TSR. El coste medio anual por paciente tratado con hemodiálisis es de 46.659,83 euros, y de 32.432,07 euros para la DP.