Los alimentos y bebidas de dieta dirigidas a los niños podrían conducir a un consumo excesivo y a la obesidad, según un estudio realizado en ratones por investigadores de la Universidad de Alberta en Canadá que se publica en la revista "Obesity".
Los investigadores afirman que los animales aprenden a conectar el sabor de la comida con la cantidad de calorías que proporciona y los niños que consumen alimentos con muchas calorías en sus versiones "light" podrían desarrollar conexiones erróneas entre el sabor y el contenido calórico, lo que podría llevarles a un consumo excesivo a medida que crecen.
Según explica David Pierce, autor principal del estudio, "lo que hemos descubierto apoya que en el caso de los niños es mejor alimentarse de forma sana, con dietas bien equilibradas y con suficientes calorías para desarrollar sus actividades diarias en vez de con tentempiés o comidas bajas en calorías".
Los investigadores realizaron en ratas jóvenes una serie de experimentos de laboratorio que probaron que las versiones con bajas calorías de alimentos y bebidas conducen a un consumo excesivo. Entre los animales había ratones que eran delgados y otros que, debido a métodos genéticos, eran obesos. Aunque todos los ratones comían demasiado durante sus comidas, las calorías añadidas poseían mayores implicaciones sobre la salud de los animales obesos.
Las ratas adolescentes que fueron alimentadas también con alimentos de dieta no mostraron la misma tendencia a comer en exceso. Los investigadores creen que las ratas de más edad no comían demasiado, a diferencia de las jóvenes, debido a indicios asociados al sabor que les permitían evaluar el valor energético de la comida.
Según Pierce, los resultados podrían explicar por qué una reciente investigación de la Universidad de Massachusetts descubrió vínculos entre el consumo de bebidas gaseosas "light" y un mayor riesgo de obesidad, diabetes y enfermedad cardiaca. Sin embargo, Pierce señala que serán necesarios nuevos estudios con animales de mayor edad y utilizando estímulos de sabor más variados para estudiar tales asociaciones.
Según Pierce, la investigación ha mostrado de forma clara que los animales jóvenes pueden llegar a comer en exceso cuando se les proporcionan alimentos y bebidas bajas en caloría de forma diaria y que esto afecta al sistema de equilibrio de energía de sus organismos.
"Los padres y los profesionales de la salud deben tener en cuenta esto y saber que la forma tradicional de mantener a los niños en forma y sanos, asegurando el consumo de una dieta bien equilibrada y el ejercicio regular, son las mejores vías para ello. Los alimentos de dieta probablemente no sean la mejor opción para los jóvenes en crecimiento", concluye el investigador.