Nuestra mente es un misterio que aún estamos descubriendo.
Y lo hacemos a través de la ciencia, de la neurología y también de la psicología. Mi trabajo cotidiano es explorar la mente ajena, universos únicos que guardan en su interior todo tipo de tesoros.
Una de las cosas más misteriosas de la mente, es la conciencia, porque aún no sabemos dónde se asienta, dónde vive.
Para poder trabajar cada día con la mente humana (a pesar de no saber dónde vive la conciencia), podemos acudir a diferentes conceptos que nos ayudan mucho…
Ondas cerebrales y estados de conciencia
Nuestro cerebro funciona con electricidad, con energía. Esa energía la podemos medir con un electroencefalograma y se han podido identificar (de momento) 5 tipos de ondas cerebrales, dependiendo de su vibración (Lipton, B., 2016):
Ondas Delta (0,5-4 ciclos por segundo o Hz): Es la frecuencia más baja a la que funciona nuestro cerebro. Entre el nacimiento y los 2 años de edad, el cerebro funciona en esta frecuencia tan baja. Es un estado semi-hipnótico donde todo lo aprendido y captado se guarda en el subconsciente.
Ondas Theta (4-8 ciclos por segundo o Hz): Esta frecuencia es la habitual en niños de 2 y 6 años. Es un estado semi-hipnótico, por lo que aquello que aprende el niño, se almacena en su subconsciente. Es el momento en que se incorporan creencias y conductas que se observan en el entorno.
Ondas Alpha (8-12 ciclos por segundo o Hz): Se asocia a estados de relajación y es la frecuencia de nuestro cerebro cuando entramos en un estado hipnótico, accediendo a nuestro subconsciente.
Ondas Beta (12-35 ciclos por segundo o Hz): Es un estado de conciencia activa que indica gran concentración. Estas ondas se suelen activar cuando realizamos tareas mentales que requieren una atención sostenida, como leer.
Ondas Gamma (entre 35 y 100Hz): Descubierto recientemente en meditadores expertos, son las ondas que surgen ante un rendimiento muy elevado de nuestro cerebro, cuando necesitamos una concentración extrema para tener éxito en la tarea que estamos realizando. Se asocia también a la comprensión del sentido vital.
Nuestra vida comienza en el suboconsciente, en un estado de conciencia donde el aprendizaje se realiza más allá de nuestra participación activa. Por eso el subconsciente es tan importante en terapia, porque para cambiar muchas cosas de nosotros mismos, tenemos que descender a las raíces que nos han ayudado a evolucionar.
Estructuras de la conciencia
El Psicoanálisis es conocido por la división que hace de las estructuras de nuestra conciencia. A continuación te las resumo brevemente… (Guedán Pecker, V.L., Morera de Guijarro, J.I., 2005).
Consciente: Esta estructura es con la que vivimos habitualmente, la que nos permite decidir y actuar de manera autónoma. Para el psicoanálisis, existe una barrera entre esta estructura y la siguiente, el preconsciente. Se le llama “pantalla” porque podemos acceder a su información automatizada para hacer nuestra vida cotidiana más sencilla.
Preconsciente: Es un espacio intermedio entre la consciencia y la inconsciencia donde se encuentran nuestros recuerdos, conductas automatizadas y lo aprendido en nuestra vida, que da forma a nuestros conocimientos. Los procesos que aquí ocurren son inconscientes aunque guían nuestra vida consciente. El preconsciente actúa en torno al lenguaje hablado, la lógica y la coherencia espacio-temporal.
Inconsciente: Aquí se almacenan las cosas que hemos vivido desde el momento del nacimiento, toda aquella información que no necesitamos para nuestra vida cotidiana y también lo que nos ha impactado y que incluso puede provocar un trauma emocional.
Freud pensaba que si alguna información del subconsciente saltaba a la consciencia, sería porque el contenido se habría transformado, haciéndolo asumible para nuestra consciencia. La separación entre el subconsciente y la pre-consciencia, se llama “censura”.
Visitando las raíces
Debo admitir que cuando acabé la carrera de Psicología, apenas sabía nada del subconsciente (aparte de una asignatura opcional que hice sobre Psicoanálisis).
Mi conocimiento del subconsciente ha llegado en mi trabajo cotidiano con pacientes que me han permitido acceder a su subconsciente para modificar aquello que ya no les ayudaba en su vida, modificando creencias o reinterpretando sucesos pasados desde la perspectiva adulta.
Ahora sabemos que el 95% de nuestra vida se desarrolla en nuestro subconsciente, este almacén de recuerdos, creencias, maneras de ver el mundo y sentimientos que hemos ido recopilando desde el momento del nacimiento.
Cuando sentimos que una situación se repite constante en nuestra vida, cuando sentimos que tenemos creencias que no nos pertenecen, pero que siempre están presentes o cuando repetimos patrones familiares, son señales de que hay una información codificada en el subconsciente que está guiándote de manera silenciosa.
Quiero que sepas que todo eso se puede cambiar, porque tu cerebro es profundamente flexible, es como arcilla, le puedes dar la forma que desees.
Cuando accedo al subconsciente de mis pacientes, solemos comenzar en un lugar oscuro, puede ser un almacén, un desván, una cueva o un pozo… cada persona lo siente de una manera. Pero la sensación cuando estás ahí, es de haber llegado a un lugar conocido aunque no muy visitado. Aquí viven los miedos y las cosas que rechazamos de nuestra vida y de nosotros mismos, por lo que podemos encontrarnos con estas sombras.
En este almacén también se encuentran tus creencias, los pilares sobre los que construyes tu vida y que vas aprendiendo de tus padres, de tus cuidadores, de tus experiencias en la vida, a través de libros o películas. Y todo ello es lo que guía tu vida y tus decisiones.
Muchas de las cosas que crees sobre la vida, el amor, el trabajo, el dinero y la amistad, proviene de ese aprendizaje silencioso que está almacenado. Estas cosas aprendidas pueden crear creencias limitantes o potenciadoras que guían tu vida sin que te des cuenta.
Tras muchos años explorando el subconsciente, me he dado cuenta de que es profundamente sabio, es capaz de decirnos lo que necesitamos saber, aclara nuestras dudas y nos da consejos acerca de cómo podemos orientar las situaciones complicadas de la vida o lo que es mejor para nosotros.
Por eso en mis terapias, suelo visitar las raíces de mis pacientes (siempre con su permiso)… porque hay cambios profundos que se deben sanar donde todo comenzó, accediendo al subconsciente a través de las ondas Alpha. También accedo a su subconsciente a través del mundo onírico.
Si sientes que tienes bloqueos inexplicables que te gustaría solucionar, estaré encantada de ayudarte y de explorar junto a ti tus raíces. Puedes contactar conmigo desde aquí.