6 formas en las que el ajo fomenta tu salud

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El ajo, junto a la cebolla, forma parte habitual de los guisos de la dieta mediterránea y continúa siendo un elemento indispensable en las cocinas españolas. Sus efectos positivos para la salud continúan bajo estudio pero ya algunos datos apuntan a que este vegetal de penetrante olor podría mejorar el estado de nuestro organismo desde múltiples vías.

   A pesar de la mala carta de presentación del aroma del ajo, es precisamente el componente que lo ocasiona, un azufre orgánico denominado alicina, el que lo convierte en un aditivo saludable para nuestra dieta.

   Desde el blog dirigido a pacientes de la estadounidense Clínica Cleveland apuntan que los beneficios para la salud del ajo son muchos pero hacen algunas advertencias como que no se debe aumentar de forma rápida la cantidad que incluimos en nuestra dieta ya que se pueden presentar molestias digestivas como dolor de estómago, diarrea, hinchazón, mal aliento e incluso olor corporal.

   Además, si se manejan cantidades importantes de ajo, ya sea seco o fresco, la piel de las manos puede sufrir lesiones y dar lugar a sensaciones punzantes en los dedos por lo que es aconsejable emplear guantes de cocina para manipularlo. Los americanos señalan que aunque rara vez, los suplementos de ajo pueden ocasionar dolores de cabeza, fatiga, pérdida de apetito, dolor muscular, mareo y reacciones alérgicas como ataques de asma o sarpullidos en la piel.

6 BENEFICIOS DEL AJO PARA LA SALUD

   Tras estas precauciones iniciales, en el blog de la institución estadounidense se apuntan los siguientes 6 posibles beneficios del ajo para nuestra salud:

1. Fortalece la inmunidad: en los tubos de ensayo, el ajo parece matar a las células cancerígenas y los estudios en los que se incluyen personas muestran algunos de los mismos resultados. Según el Estudio de Salud de las Mujeres de Iowa (Estados Unidos), en el que participaron 41.000 mujeres de mediana edad, aquellas que solían comer ajo, frutas y vegetales tenían un 35% menos de riesgo de cáncer de colon. Los beneficios procedían de los productos frescos y del ajo cocinado, no de los suplementos.

Un estudio más pequeño con 50 personas con cáncer colorrectal, de hígado o páncreas que no podía operarse mostraron una mejor actividad inmune después de seis meses de tomar extracto de ajo maduro.

2. Funciona como un antiinflamatorio: la investigación ha mostrado que el aceite de ajo funciona como un antiinflamatorio. Por ello, si tienes dolor y articulaciones o músculos inflamados, frótalos con este aceite.

3. Mejora la salud cardiovascular: aún está por confirmar si el ajo mejora los niveles de colesterol pero la investigación sí indica que tiene un impacto positivo sobre las arterias y la presión sanguínea. Los investigadores creen que los glóbulos rojos convierten el azufre del ajo en gas sulfuro de hidrógeno que expande los vasos sanguíneos, lo que hace más fácil regular la presión sanguínea.

La institución alemana homónima a la Agencia Administrativa de Alimentación y Fármacos de Estados Unidos, recomienda 4 gramos diarios de ajo, aproximadamente un diente grande de ajo, para reducir el riesgo de enfermedad cardíaca.

4. Mejora el pelo y la piel: los antioxidantes del ajo y sus propiedades antibacterianas pueden limpiar la piel al eliminar las bacterias que causan el acné. Algunos datos muestran que frotar ajo fresco sobre los granos  puede eliminarlos. Sin embargo, hay que tener en cuenta que puede ocasionar una sensación de quemazón sobre la piel. Existen investigaciones que también han mostrado que el gel de ajo puede tratar con eficacia ciertos tipos de pérdida de pelo.

5. Protege la comida: estas mismas propiedades antibacterianas en el ajo crudo pueden eliminar las bacterias que conducen a la intoxicación alimentaria, incluyendo la de la salmonela y la "E. coli". Sin embargo, no hay que utilizar el ajo como un sustituto de una correcta conservación y manejo de los alimentos.

6. Trata el pie de atleta: el ajo también combate los hongos. Si tienes pie de atleta, sumerge tus pies en agua de ajo o frota ajo crudo sobre tus pies para atacar a los hongos que producen estos picores.

   Los estadounidenses señalan que, sin embargo, aprovechar los beneficios del ajo resulta complicado ya que al calentarlo o incluirlo en una receta puede cambiar el equilibrio de su pH. Las enzimas de la alicina necesitan unos pocos minutos para comenzar a funcionar, por lo que aconsejan en la web dejar que repose después de picarlo, trocearlo o machacarlo.

   "Los mayores beneficios proceden del ajo crudo. Pero si eliges cocinarlo, no lo calientes por encima de los 140 grados. Las temperaturas más altas eliminan la alicina así que añade el ajo a tus comidas cuando estén casi cocinadas", concluyen.