Del mismo modo que nuestros aparatos electrónicos necesitan cargarse, nuestro organismo necesita también descansar adecuadamente para poder afrontar el día siguiente con energía y buen ánimo. Sin embargo y desgraciadamente, con el cuerpo no es tan sencillo: no basta con enchufarse a la cama para levantarse nuevo, y es que dormir no siempre es sinónimo de descansar.
Para que puedas mejorar tu calidad de sueño y aprovechar tanto tus horas de descanso como las de vigilia, te damos algunos consejos que te ayudarán a descansar mejor y sin dolores, entre los que se encuentra el uso de almohadas ergonómicas como las que puedes encontrar en la ortopedia.
LOS RIESGOS DE LA MALA CALIDAD DE SUEÑO
Dormir mal de forma habitual resulta, a la práctica, tan perjudicial como dormir de forma mantenida menos horas de las necesarias: acarrea sensación de letargo durante todo el día, falta de atención y concentración, alteraciones del humor y, lo peor, aumenta drásticamente el riesgo de sufrir accidentes y enfermedades.
La mala calidad de sueño es un mal con el que muchos se resignan a convivir, y en ocasiones la solución es mucho más sencilla de lo que puede parecer. Cada uno tenemos necesidades distintas de sueño, que evolucionan con la edad, pero por lo general, todos necesitamos entre 6 y 8 horas de sueño reparador al día para funcionar en condiciones óptimas y ser más felices. Y es que no se debe menospreciar el efecto que tiene en nuestro estado de ánimo algo tan vital y necesario como el dormir bien.
POR QUÉ USAR UNA ALMOHADA ERGONÓMICA
Si tiendes a levantarte con dolores o rigidez de cuello, hombros o lumbares, o sientes dolores si duermes muchas horas en la misma postura, probablemente necesites utilizar una almohada ergonómica.
Estas almohadas tienen la función de mantener el cuerpo y específicamente la columna y cabeza en una posición sana y natural mientras duermes, aliviando las tensiones musculares derivadas de malas posturas durante el sueño.
Algo tan sencillo como mantener una buena posición reducirá en gran medida tus molestias y mejorará tu calidad de vida. Además, las hay especializadas para todo tipo de necesidades, desde almohadas antirronquidos a almohadas de rodilla o tobillo, particularmente recomendadas estas últimas para los que prefieren dormir de costado.
OTRAS RECOMENDACIONES PARA MEJORAR LA CALIDAD DE SUEÑO
Además de apoyarte en una almohada ergonómica, que sin duda mejorará tu descanso, hay otras guías que puedes seguir para aumentar tu calidad de sueño:
- Realiza actividad física a diario. Hacer ejercicio físico ayuda a agotar las reservas de energía y aumentar la sensación de cansancio y bienestar, que resultará en un mejor descanso nocturno. Eso sí, procura no hacerlo nunca después de cenar, o su efecto en el sueño será contrario.
- No hagas cenas copiosas, ricas en azúcares o grasas. Del mismo modo, evita las bebidas excitantes como el café o los refrescos con azúcar o cafeína a partir de la media tarde.
- No uses la cama para ver la televisión, leer ni ninguna otra actividad: es importante aprender a relacionar la cama solo con el sueño nocturno.
- Las siestas son beneficiosas, pero cuando duran 20 minutos o menos. Lo ideal es que la hagas sentado en un sillón en lugar de en la cama.