Cuando surgió el VIH en las décadas de 1980 y 1990, los hombres tenían más probabilidades que las mujeres de contraer el virus. Sin embargo, a nivel mundial, la mayoría de los adultos que viven con el VIH son ahora mujeres, según datos de las Naciones Unidas.
El Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/SIDA (ONUSIDA) informa que el VIH es la principal causa de muerte en mujeres de 30 a 49 años y la tercera causa principal de mujeres de 15 a 29 años en todo el mundo.
Las tasas relativas de hombres y mujeres que contraen el VIH varían ampliamente entre países, pero los datos del Banco Mundial sugieren que, en África subsahariana, por ejemplo, más del 60% de todos los que viven con el VIH son mujeres.
Las mujeres de entre 15 y 24 años de esta región de África tienen más del doble de probabilidades que los hombres del mismo grupo de ser VIH positivas, según ONUSIDA.
¿Qué hace que las mujeres de los países en desarrollo sean mucho más vulnerables a contraer el VIH que los hombres?
La investigación de Kelly Austin, profesora asociada a la Universidad de Lehigh en Pensilvania, sugirió que las sequías son un factor contribuyente.
El estudio, que aparece en la revista Social Indicators Research, encontró que la inseguridad alimentaria resultante de las sequías tiene un efecto desproporcionado sobre el riesgo de las mujeres de contraer el VIH.
MODELADO DE TASAS DE INFECCIÓN
Para ello, utilizaron una técnica estadística llamada modelado de ecuaciones estructurales para explorar la relación entre las tasas de infección por VIH y los factores socioeconómicos y ambientales, incluidas la seguía y la inseguridad alimentaria, en 91 países en desarrollo.
Según los investigadores, las mujeres en estas sociedades tienen poca autonomía y, a menudo, se encargan de criar a los niños, cultivar y recolectar alimentos, recolectar leña y buscar agua. Esto las hace especialmente vulnerables a las sequías y la consiguiente escasez de alimentos.
Así, los investigadores identificaron cuatro formas en las que la inseguridad alimentaria expone a las mujeres a un mayor riesgo de contraer el VIH:
- La desnutrición, que debilita las defensas inmunitarias contra el VIH y la mayor vulnerabilidad a otras enfermedades, como la malaria. También puede aumentar indirectamente la susceptibilidad al VIH.
- Exacerbación de las desigualdades de género en términos de acceso a la educación y la atención médica, incluidos los servicios de control de la natalidad, que podrían proteger a las mujeres contra el VIH.
- El matrimonio precoz de las hijas por motivos económicos, lo que resulta en una exposición a enfermedades de transmisión sexual a una edad más temprana.
- Motivación económica para convertirse en trabajadoras sexuales.