«La repercusión en la sociedad de un modelo asistencial, centrado en las necesidades sociosanitarias, es de vital importancia»

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Ana María Porcel Gálvez es Doctora por la Universidad de Granada y Postdoctorada en Enfermería por la Universidad de Florianópolis. Estatutaria del Servicio Andaluz de Salud, ejerció su actividad asistencial durante más de diez años en el Hospital Alto Guadalquivir perfil urgencias y cuidados críticos. Además, ha obtenido becas pre y postdoctorales, realizando estancias de investigación en Catamarca (Argentina), (Colombia), Florianópolis (Brasil), Beja (Portugal), Londres (Reino Unido) y Maastricht (Holanda). Desde 2009, es Investigadora Principal en la línea de Cuidados Complejos y Resultados en Salud: INICIARE (I+D), donde ejerce también como Evaluadora de proyectos de investigación en el área de Enfermería. Actualmente, es coordinadora del proyecto europeo «Development of a transcultural social-ethical care model for dependent populaton in Mediterranean basin (TEC MED)».

Para los que todavía no conozcan este proyecto… ¿Podría explicarnos en qué consiste TEC-MED y cuáles son sus objetivos?

El Proyecto europeo TEC-MED se centra en la creación de un modelo social-ético-asistencial transcultural para las personas mayores dependiente y/ o en riesgo de exclusión social de la cuenca del Mediterráneo. Liderado por la Universidad de Sevilla, siendo la entidad coordinadora, trabajamos conjuntamente en seis países de la cuenca del mediterráneo; España, Grecia, Túnez, Italia, Líbano y Egipto.

Hemos desarrollado un modelo de atención integrada desde una perspectiva holística, centrada en la persona, que la incluya en el proceso de atención social, vinculándola con la atención sanitaria. Por ello, en nuestro estudio, incluimos además a las personas cuidadoras, familia y/o grupo social de apoyo si lo hubiera. Para la creación del modelo TEC-MED se ha trabajado de manera conjunta entre los países, donde han contribuido más de 350 personas, profesionales expertos del ámbito de la atención y el cuidado asistencial de la Cuenca del Mediterráneo.

Y esos objetivos… ¿Cómo se consiguen? ¿Cuál es el proceso?

Se consigue con mucho esfuerzo y más ahora con el distanciamiento social en un proyecto de investigación eminentemente de índole participativo. El proyecto tiene una duración de 36 meses y cuenta con un presupuesto total de 3.331.225,33 millones de euros (de los cuales 2.998.102,80 millones de euros son contribución de la UE) que corresponde al programa de financiación europeo ENI CBC MED.

Existe un proceso de organización riguroso entre todos los países. Con reuniones virtuales prácticamente semanales y contacto diario. Actualmente nos encontramos en la fase de pilotaje, para ello se capacitarán a 6 agentes locales en España que formarán sobre el modelo. Se pretende un resultado en cascada operativizado a través del plan de acción y desarrollado mediante una plataforma online para ayudar a la población mayor y a todos los agentes clave involucrados.

Remontemonos a los inicios, ¿Cómo surgió la idea de este proyecto?

Desde hace más de una década, como Investigadora principal en la línea de dependencia y complejidad en cuidados del grupo de Investigación Plan Andaluz de Investigación, Desarrollo e Innovación CTS 1050 “Cuidados Complejos, Cronicidad y Resultados en Salud”, llevamos más de una década investigando sobre la complejidad en este ámbito, con la validación y creación de una herramienta, INICIARE, que permite la evaluación de la dependencia en cuidados.

Herramienta que evalúa la dependencia no solo desde el punto de vista funcional, sino también desde el fisiológico y cognitivo perceptual. Además, los cambios demográficos prevén que, en las siguientes décadas, habrá un incremento en la situación de dependencia, ya que, para el año 2050, la población mundial con más de 60 años aumentará en torno al 20%, alcanzando los 2.000 millones de habitantes.

Por tanto, nos pareció una oportunidad poder llevar a cabo este proyecto para dar respuesta a las necesidades reales que tiene la sociedad en relación a la atención de las personas mayores.

No hay duda de que la pandemia ha agravado la situación de las personas mayores en nuestra sociedad. ¿Cree que la pandemia ha hecho que sea más necesario contar con un modelo como el que presentan?

Totalmente segura. Todos hemos asistido a esta necesidad de cuidados en general y del cuidado de las personas mayores en particular. Al incrementar la edad, nos hacemos más vulnerables y necesitamos más cuidados y más enfocados a la fragilidad y/o dependencia.

Debemos alcanzar un cambio en el paradigma y lograr dignificar la vida de las personas mayores. Ante esto, el proyecto TEC-MED pone a la persona en el centro y estudia y evalúa su situación sociosanitaria en su conjunto, así realizamos una intervención integral y perfilada a la situación social y sanitaria concreta de cada persona.

Uno de los principales objetivos es mejorar el bienestar de la persona mayor mediante el diseño de políticas, ¿en qué se centran estas políticas?

Lo ideal es que las Instituciones y Entidades públicas o privadas, así como las organizaciones sin ánimo de lucro trabajen con este modelo asistencial.

La repercusión en la sociedad de un modelo asistencial centrado en las necesidades sociosanitarias, promovido por las instituciones es de vital importancia. Nosotros aportamos el estudio, la perseverancia y la confianza de que funciona, pero ellos tienen las herramientas para hacerlo posible. Haciendo posible que sea un modelo de gobernanza.

Un país sin su gente es simplemente un terreno en el mundo. Ojalá la pandemia de la Covid-19 haya visibilizado la necesidad de una atención digna a las personas mayores y hacer políticas centradas en el bien de la ciudadanía se convierta en un hecho.

Proyecto TEC-MED comenzó en septiembre de 2019, antes de que llegase la pandemia provocada por la Covid-19, ¿cómo afectó el nuevo coronavirus al proyecto?

Como a la mayoría, afectó y mucho, al desarrollo del proyecto. Trabajamos con personas mayores de 65 años, las mismas que más sufren ante la Covid-19. Por nuestra parte, hemos tenido que reorganizar el trabajo, ya que los encuentros presenciales entre los diferentes países se han hecho muy complejos, hasta ahora, imposibles presencialmente.

Por tanto, hemos tenido que enfocarlo desde una dinámica online, manteniendo una correcta organización y ampliando la comunicación con todo los canales digitales que tenemos a nuestro alcance. Esto nos ha permitido continuar con el desarrollo del mismo y que, actualmente, nos encontremos los seis países en la fase previa a la implementación del pilotaje del modelo.

A pesar de este esfuerzo por seguir hacia adelante y de las adversidades, ahora vemos mucho más necesario un modelo asistencial como el que estamos construyendo, puesto que hemos visto cómo puede afectar, por ejemplo, la soledad al deterioro cognitivo y a la historia clínica de las personas mayores.

Centrándonos en el proyecto en sí, no se trata de un proyecto nacional, sino que engloba varios países mediterráneos, ¿por qué?

Los países mediterráneos están mostrando tendencias comunes en términos de envejecimiento poblacional, disminución del apoyo social y la necesidad de modelos socio-éticos de atención innovadores y sostenibles. Estos problemas tienen un impacto en muchas categorías de personas vulnerables, como las personas mayores dependientes y/o riesgo de exclusión que padecen enfermedades crónicas y carecen del apoyo de una red familiar, con la consecuencia de estar aún más marginadas.

La cultura mediterránea no nos une solo en cuanto a gastronomía, sino que nuestro desarrollo como región está también ligado al crecimiento y desarrollo de la vida de las personas y tenemos en común la figura de persona cuidadora que en otros países no está presente. Por ello, desde el proyecto TEC-MED, creemos que es necesario crear una red de apoyo y cooperación entre los países de la cuenca del Mediterráneo y trabajar juntos por la salud de nuestros mayores.

¿Cómo se está trabajando con el resto de países para desarrollar el proyecto?

España como país líder ha dado los primeros pasos en cuanto a la creación del modelo socio-asistencial y ha trabajado conjuntamente con los demás países, dando cabida a una participación activa de todos ellos.

A partir de ahí, ellos han adaptado el modelo a la situación nacional de cada uno, ya que los sistemas de salud no son iguales en España o Italia que en Líbano o Egipto. Contribuimos más de 350 personas, profesionales expertos del ámbito de la atención y el cuidado asistencial de la Cuenca del Mediterráneo.

¿En qué etapa se encuentra actualmente?

Actualmente estamos comenzando la fase de pilotaje, es decir, comenzando a trabajar con los agentes capacitadores para recoger las valoraciones de las personas usuarias y cuidadoras. Para ello, contamos con la Orden de San Juan de Dios y el Ayuntamiento de Sevilla como asociados al proyecto, que nos permitirán el acceso a estas personas en sus domicilios o centros residenciales. Sin embargo, dada la magnitud del mismo, en la que se pretende incorporar en las valoraciones a más de 4.000 personas, también estamos en contacto con la participación de las Consejerías de Salud y Familias y la Consejería de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación, por ser dos entidades claves en este ámbito.

¿Qué papel tienen los profesionales socio-sanitarios en este modelo?

El papel de los profesionales sociosanitarios es clave, tanto en la creación del modelo como en la implementación y evaluación del mismo. Desde el primer momento que comenzamos a trabajar en este proyecto hemos contado con la participación de un equipo multidisciplinar, ya que creo firmemente que la atención a las personas mayores debe ser holística e integral y que cubra todas las necesidades de la persona.