La radioterapia suele infundir temor a los pacientes, ¿cómo podrían combatir los pacientes este miedo?
Básicamente, con información, podríamos decir que la Radioterapia es, en estos momentos y en nuestro país, una herramienta terapéutica muy desconocida, pero con una alta probabilidad de curar el cáncer. Por tanto, tenemos que resaltar la importancia fundamental del tratamiento radioterápico en la curación de los pacientes oncológicos, importancia que en muchas situaciones no es del todo conocida por otros profesionales de la salud y por la sociedad en general. Y aporto un dato concreto: actualmente, se estima que cerca del 45% de los pacientes con cáncer podrían curarse con un tratamiento radioterápico, ya sea usando la radioterapia de forma exclusiva o en combinación con otras modalidades terapéuticas (tanto la cirugía como la quimioterapia), pero además, en aquellas situaciones donde, por desgracia, el paciente no pueda aspirar a la curación de su cáncer, la Radioterapia puede ser una opción efectiva para la paliación de síntomas tan importantes como el dolor, sangrado, etc.
En este sentido, ¿qué porcentaje de pacientes se tratan alguna vez con radioterapia?
En estos momentos, la radioterapia se debería utilizar en más de un 60% de los pacientes oncológicos en algún momento de la evolución de su enfermedad, y estas cifras están en un momento de crecimiento por la incorporación de nuevas situaciones clínicas que se benefician de un tratamiento con irradiación. Además, ahora con la aparición de experiencias científicas, se están desarrollando también indicaciones de uso de la irradiación en patología benigna, como es la artrosis degenerativa, la fascitis plantar, malformaciones arteriovenosas, etc., e, incluso, durante la pandemia por la Covid-19, se han puesto en marcha estudios que nos indican resultados muy prometedores de la utilidad de la irradiación a bajas dosis en la neumonía relacionada con la infección por coronavirus.
En España, ¿cómo valora la situación de la radioterapia?
En estos momentos en España se dispone de una asistencia radioterápica de muy alta calidad, tanto a nivel científico, gracias a los excelentes profesionales que trabajan en los diversos servicios de Oncología Radioterápica, como también a nivel técnico, por la actual disponibilidad generalizada de recursos tecnológicos avanzados para el tratamiento del cáncer con radioterapia y, en ese sentido, hay que recordar que estos recursos están disponibles recientemente gracias a la incorporación a la Sanidad Pública de más de 110 Aceleradores lineales de última generación, donados por una Fundación Privada, y a su vez por el esfuerzo de inversión que se ha hecho en el sector sanitario privado, incorporando tecnología tan sofisticada y costosa como es la protonterapia, cuya actividad acaba de comenzar hace algunas semanas en nuestro país.
¿Qué cambios cree que son necesarios?
Creo que hay que hacer más visible la potencialidad que tienen los tratamientos con radioterapia, tanto en el ámbito oncológico como para la patología benigna. Con el desarrollo tecnológico que se ha experimentado, especialmente en los últimos años, en Oncología Radioterápica se ha avanzado en efectividad y seguridad en sus tratamientos, y la radioterapia se ha convertido en una excelente opción de tratamiento, en muchas ocasiones como una muy buena alternativa a la cirugía en localizaciones tumorales, como son el cáncer de próstata, el cáncer de pulmón, tumores de cabeza y cuello, etc. Todo esto es necesario comunicarlo a la sociedad para que puedan demandarla y beneficiarse de su uso.
Uno de los principales problemas es el déficit de equipos de radioterapia que hay actualmente en el país, ¿no?
En realidad, como he comentado anteriormente, en la actualidad estamos en un momento muy bueno en cuanto a la disponibilidad de recursos tecnológicos para el tratamiento del cáncer con radioterapia, con tecnología muy avanzada y sofisticada que nos permite hacer tratamientos con lo que denominamos «hipofraccionamientos», ¿pero qué son los hipofraccionamientos? Pues como comentaba, la tecnología muy avanzada y sofisticada para el tratamiento radioterápico nos permite emplear en muchas situaciones clínicas la denominada “Radioterapia guiada por imagen”, que no es otra cosa que la incorporación a los modernos Aceleradores lineales de un sistema de imagen (generalmente un TAC) que hace que el tratamiento Radioterápico sea mucho más preciso (y por tanto con menor toxicidad), y que se pueda administrar en un menor número de sesiones de Radioterapia, con unos efectos radiobiológicos completamente diferentes y muy interesantes por su repercusión inmunológica sistémica.
Por tanto, lo que sí que es importante es que se haga una planificación de futuro de las necesidades de recursos necesarios en los próximos años en Oncología Radioterápica en nuestro país para que no se vuelva a reproducir la situación de precariedad que hemos vivido previa a la donación de la fundación privada, y para ello nuestra Sociedad científica (SEOR) se ofrece a asesorar a las autoridades sanitarias y a la Estrategia Nacional del Cáncer mediante la realización de un mapa con las necesidades de recursos tanto humanos como tecnológicos para los próximos años.
Centrándonos en la Sociedad Española de Oncología Radioterápica, ¿cuál es su labor?
SEOR es una Sociedad científica que representa de forma multiprofesional a la Oncología Radioterápica en España. La Oncología Radioterápica es una especialidad médica que se dedica al tratamiento del cáncer (y otras patologías no neoplásicas) fundamentalmente con radiaciones ionizantes solas o en combinación otras modalidades terapéuticas asociadas. En estos momentos, SEOR aglutina a más de 1000 profesionales que tienen relación con la Oncología Radioterápica y su labor principal se centra en el desarrollo de un Plan Estratégico en defensa de las competencias profesionales especificas de nuestra especialidad, tanto en el ámbito asistencial como el de docencia e investigación.
La investigación es un aspecto importante, ¿qué grupos de trabajo tenéis en la sociedad?
Para SEOR la investigación es uno de los aspectos más importantes a potenciar dentro de nuestra especialidad, y para ello se dispone de más de 20 grupos de trabajo, cada uno centrado en diferentes áreas específicas relacionadas con la especialidad y se han firmado acuerdos de colaboración con otras Sociedades Científicas y Fundaciones de investigación clínica, ofreciendo a los socios de SEOR diferentes becas de investigación y formación, y un acuerdo específico de investigación para la promoción de ensayos clínicos con el Grupo de Investigación Clínica en Oncología Radioterápica (GICOR) con el que se están desarrollando diferentes ensayos clínicos en varias áreas de trabajo.
Por último, ¿cuál de los últimos avances sobre la radioterapia oncológica destacaría?
Para finalizar yo resaltaría nuevamente la importancia fundamental del tratamiento radioterápico en la curación de los pacientes con diferentes tipos de cáncer y también el importante papel en el tratamiento paliativo de muchos síntomas relacionados (dolor, sangrado, etc.).
Recordar que en estos momentos en España se dispone de una asistencia Radioterápica de muy alta calidad (tanto a nivel científico como a nivel técnico), con un desarrollo tecnológico espectacular en los últimos años que ha conllevado más eficacia, menos toxicidad y mayor eficiencia de los tratamientos con menor número de sesiones de irradiación, utilizando los denominados hipofraccionamientos (entre 1-5-8 sesiones según cada caso clínico), utilizando la Radioterapia guiada por la imagen (IGRT), Radiocirugía y la Radioterapia esterotáxica fraccionada corporal (SBRT), así como la incorporación de la protonterapia.
Y quiero finalizar afirmando que el número de indicaciones de tratamiento con Radioterapia se está incrementando de forma exponencial en muchas patologías, como alternativa a la cirugía en diferentes situaciones clínicas, en enfermedad oligometastasica (con pocas Metástasis) convirtiéndola en una enfermedad potencialmente curativa, en tratamientos paliativos de síntomas asociados al cáncer (como el dolor, sangrado…) y la incorporación del uso de la irradiación a bajas dosis con efecto antiinflamatorio en patología no oncológica (benigna) como es la artrosis, fascitis, malformaciones vasculares, etc.